La empresa SpaceX y su director ejecutivo, Elon Musk, fueron objeto de una demanda interpuesta por ocho ex empleados, quienes afirman haber sido despedidos de manera ilegal tras expresar preocupaciones relacionadas con conductas discriminatorias y acoso sexual hacia las mujeres dentro de la compañía.
La demanda cobra relevancia en el contexto de un informe reciente del Wall Street Journal, que alega que Musk mantuvo relaciones sexuales con al menos dos empleadas de SpaceX y realizó comentarios sexualmente inapropiados hacia otras mujeres de la compañía. Entre las empleadas mencionadas se encuentra una ex pasante que posteriormente fue contratada para formar parte del equipo ejecutivo de Musk.
Según el informe, una relación fallida con una empleada resultó en «recriminaciones por mensajes de texto y correo electrónico» cuando esta dejó la empresa, y en la imposición de un acuerdo que le prohibió hablar de su trabajo con Musk. También se alega que en 2013 Musk pidió a otra empleada que tuviera sus hijos durante las negociaciones de salida.
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El contexto de la demanda se remonta a los despidos ocurridos en 2022, después de que algunos empleados participaran en la redacción de una carta abierta criticando el comportamiento de Musk en público y en redes sociales. Los empleados sostuvieron que el empresario era una «fuente frecuente de distracción y vergüenza» para ellos y una amenaza para la reputación de la empresa, instando a los ejecutivos a condenar públicamente sus acciones.
En la demanda, los ex empleados (cuatro hombres y cuatro mujeres) alegan haber sido despedidos ilegalmente tras colaborar en la carta abierta que criticaba las irregularidades dentro de la empresa. Las conductas descritas en la demanda incluyen el supuesto trato a las mujeres como objetos sexuales, el uso de bromas sexuales lascivas en el entorno laboral y la respuesta de que “quienes no estuvieran de acuerdo con el ambiente podrían buscar empleo en otro lugar”.
Una de las demandantes manifestó en un comunicado que la presentación de la demanda representa un hito significativo en su búsqueda de justicia, esperando que motive a los empleados de SpaceX a seguir luchando por un mejor entorno de trabajo. Por su parte, la abogada demandante declaró que la dirección de la empresa «permitió y fomentó a sabiendas» una cultura laboral «plagada» de acoso sexual, y calificó los despidos como represalia.
Cabe mencionar que Musk previamente negó una acusación de acoso sexual en 2021 por parte de una ex empleada, quien alegó que la empresa le pagó $250.000 dólares tras un incidente en el que Musk se habría expuesto ante ella ofreciendo comprarle un caballo a cambio de un masaje erótico.