El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en forma unánime, falló en favor de 42 manifestantes de diversas nacionalidades, quienes demandaron al Italia al haber sido golpeados brutalmente por la policía de dicho país durante la cumbre del G8 celebrada en Génova el año 2001.
Cabe recordar que los manifestantes antiglobalización se habían trasladado a Génova para protestar en contra de la cumbre del G8, alojándose en la escuela Diaz-Pertini. Durante la noche del 21 al 22 de julio del año 2001, la policía italiana irrumpió en la escuela utilizando un vehículo blindado para abrirse paso a través de la puerta de entrada. Una vez dentro, procedieron a golpear a los manifestantes, quienes no opusieron resistencia, permaneciendo sentados en el suelo con sus manos en alto mientras eran violentados. Como consecuencia de la golpiza, muchos de ellos quedaron con gravísimas lesiones.
En su sentencia, el Tribunal de Estrasburgo declaró que los agentes policiales hicieron un uso indiscriminado, sistemático y desproporcionado de la fuerza, lo que causó un sufrimiento físico y psicológico grave para los requirentes. Por lo tanto, estableció que el tratamiento especialmente grave y cruel al que estos fueron sometidos califica como tortura.
De ese modo, el TEDH concluyó estimando que se violó la prohibición de la tortura y tratos inhumanos o degradantes, condenando al Estado italiano al pago de indemnizaciones entre 45.000 a 59.750 euros a cada uno de los requirentes.
Vea texto íntegro de la sentencia.
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