A propósito de una ley aprobada por el estado de Texas en el año 2013, la Corte Suprema de Estados Unidos se pronunciará sobre el aborto y el alcance de las restricciones estatales para regularlo.
Al efecto, cabe recordar que el cuerpo legal impugnado impone severas restricciones al aborto y ha provocado el cierre de más de la mitad de las 41 clínicas que practicaban estos procedimientos en el estado en cuestión. La norma, denominada “House Bill 2”, obliga a las clínicas a estar equipadas para operar como centros quirúrgicos ambulatorios y a los médicos a tener privilegios de admisión en un hospital con servicios de obstetricia y ginecología que esté ubicado a menos de 30 millas. Estas condiciones, según algunas organizaciones médicas tales como la American Medical Association y el American College of Obstetritians and Gynecologists, no tendría bases médicas.
Por su parte, los partidarios de la ley arguyen que su objetivo es proteger a las pacientes y que quienes se practiquen abortos deben tener acceso a tratamientos de emergencia, por si ocurren complicaciones.
Así, conforme a lo anterior, la Corte Suprema de Estados Unidos dictará prontamente sentencia, considerando el precedente del caso Planned Parenthood v. Casey, del año 1992, en que se estableció que los estados miembros de la federación pueden establecer restricciones, con tal de que no representen un obstáculo sustancial para que una mujer pueda abortar.
Conozca mayores antecedentes del proceso Whole Woman’s Health v. Hellerstedt.
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