En una reciente publicación de la Biblioteca del Congreso Nacional se da a conocer el artículo «Planificación urbana en Singapur: participación y mirada de largo aliento».
La BCN explica que la planificación urbana en Singapur, más que un conjunto de lineamientos para el desarrollo de los espacios urbanos, es un marco de acción que equilibra consideraciones sociales, económicas y ambientales, con el propósito de concebir un sistema de desarrollo urbano sostenible. Más detalles, en la siguiente nota.
Planificación urbana con mirada de futuro
A continuación, el artículo destaca que Singapur es un referente en planificación urbana a nivel mundial. No solo por su trayectoria de construcción nacional y el conocimiento desarrollado durante la gestión modernizadora de Lee Kuan Yew, sino también por la gran cantidad de iniciativas que se impulsan en la actualidad. El diseño y toma de decisiones en las ciudades es un proceso complejo en sí, que hoy se agudiza en el contexto del cambio climático, dominado por desastres naturales y alteraciones en la biodiversidad de los ecosistemas, pero también donde la ciudadanía demanda nuevas formas de transporte, vivienda y vías de interconexión.
En el caso de Singapur, tales complejidades se desenvuelven en una superficie de 716 kilómetros cuadrados ocupados por 5,4 millones de habitantes, siendo el tercer país más densamente poblado en el planeta. Aún así, más del 40 por ciento de la ciudad Estado se compone de áreas verdes, por lo que la hace acreedora del título de se la ciudad jardín de Asia.
Un artículo de Meng y su equipo de la Universidad Tecnológica de Singapur señala que la reputación verde de la ciudad Estado, más que un acierto aislado, ha sido fruto de una planificación urbana bien ordenada, pero que nació en desorden. Sin embargo, ha sido su carácter integral el que le ha permitido alcanzar altos grados de éxito. Pero ¿Qué quiere decir planificación integral?.
El proceso de planificación urbana se aplica científica y rigurosamente en tres niveles: plan conceptual, plan maestro y plan detallado. Tal como señala la publicación de Meng, el conceptual tiene una mirada de largo plazo que usualmente se ha fijado entre los 40 y 50 años, aunque con revisiones cada diez años. Esta modalidad de largo plazo ha permitido que la ciudad Estado concilie la escasez de territorio, requerimientos de la población y crecimiento económico a futuro.
En conjunto con esta mirada conceptual, el plan maestro es de mediano plazo y es diseñado para darle forma a los patrones en el uso de la tierra y a las redes de transporte. Por esta razón es que es revisado cada cinco años. Por su parte, el plan detallado tiene un horizonte en el corto plazo, por lo general de cinco a 10 años y es emitido por agencias entes públicos que supervisan los desarrollos, mientras que los dos planes de largo plazo son emitidos por la Autoridad de Reurbanización Urbana (URA), al institución pública encargada de la planificación urbana en toda la ciudad Estado.
De tal manera, la planificación integral consiste en la adopción de un enfoque a largo plazo, que equilibra consideraciones sociales, económicas y ambientales, a modo de alcanzar un sistema de desarrollo urbano sostenible. Para lograr aquello se requiere de trabajo colaborativo entre las agencias gubernamentales involucradas y la sociedad civil, tanto al momento de la elaboración como de la revisión de los planes.
Plan maestro para una mejor toma de decisiones
Desde la perspectiva urbana, detalla el artículo, Singapur está dividida en zonas de acuerdo a sus usos. En este contexto el plan maestro actúa como un instrumento de desarrollo, pues contiene detalles específicos como la permisibilidad y densidad en el uso del suelo. De esta manera, los distintos barrios y circunscripciones de la ciudad están etiquetados en torno a 41 diferentes categorías de tipo de suelo, que van desde el uso residencial, comercial, hotelero y negocios, pasando por educacional, cívico, médico, deportivo-recreacional, hasta de uso agrícola, parques nacionales, entre otros.
Además, el plan clasifica los terrenos en función de cuánta densidad demográfica es permitida. De tal manera, se le otorga el indicador Plot Ratio que quiere decir proporción del terreno, mediante el cual se asigna un número que indica la densidad. Por ejemplo, 1,4 que es una densidad muy baja, permite construcciones de hasta cinco pisos. Asimismo, el 2,8 o más permite sobre 36 pisos.
Esta información es muy relevante para los ciudadanos y futuros residentes a la hora de, por ejemplo, comprar una vivienda o invertir en un terreno comercial, esto porque entender el plan permite a quienes tomen decisiones, tengan una hoja de ruta en sus manos con información de primera fuente sobre los desarrollos futuros en Singapur, permitiéndoles hacerse una idea de qué tipo de desarrollos podrían afectar la calidad de vida de su entorno y el valor probable de una propiedad que les interesa.
Asentamientos urbanos sostenibles y resilientes
La BCN recuerda enseguida que el 27 de noviembre de 2019, la URA presentó uno de sus planes maestros más innovadores. Este plan -conocido simplemente como MP19- se centró en la planificación de vecindarios inclusivos, que además sean sostenibles y ecológicos. Esta orientación se realiza en concordancia con la Agenda 2030, particularmente el ODS 11 sobre ciudades y comunidades sostenibles.
Esta asimilación del ODS 11 se realizó en concordancia con el carácter integral de la planificación, llevó a su vez a dar a conocer el borrador del MP19, como parte de un proceso de diseño participativo con el fin de recibir una retroalimentación y posterior compilación de las propuestas. Dicho proceso de revisión se trabajó desde 2016 y 2018 a través de una serie de exposiciones más pequeñas, pero que más tarde incluyeron actividades de deliberación pública concretada en sesiones de grupos focales, talleres comunitarios y reuniones de partes interesadas.
El interés de la ciudadanía por participar fue tal, que durante 2019 se contaron más de 25 mil visitas físicas a los centros del URA y más de 110 mil a través del sitio web del borrador del plan. Lo que se suma a las más de 400 visitas guiadas para las partes interesadas que realizaron los planificadores, arquitectos y voluntarios del URA, con el propósito de involucrarse mejor con las comunidades locales y la industria.
En esta línea, el plan se planteó la revitalización de barrios con el cambio de uso que favorezca servicios y el transporte, pero también la creación de espacios comunitarios que satisfagan las necesidades de los ciudadanos de Singapur del futuro. Desde esta perspectiva y en sintonía con las decisiones de largo plazo, el MP19 contempla la construcción de 42 mil unidades de departamentos BTO -por las siglas en inglés de build to order que es el sistema de asignación de vivienda- en el distrito de Tengah, que implicará la llegada de nuevos residentes tras el cambio de uso de suelo de dicho distrito.
Otro de los hitos que muestra el desarrollo de asentamientos urbanos sostenibles es la transformación de Punggol en el primer distrito inteligente de Singapur. Para ello, se llevó adelante la revitalización de numerosos barrios a través del desarrollo de proyectos que apuntaron a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y optimizar la construcción y uso de infraestructura. Para lograr todo ello, el MP19 concretó una jornada participativa para construir el diseño del distrito
Punggol: distrito inteligente, participativo y sostenible
Luego, el artículo comenta que gracias al enfoque integral y participativo de la planificación urbano-territorial, en enero de 2020 se lanzó oficialmente el proyecto para convertir el distrito de Punggol en un laboratorio vivo para probar nuevas formas y experiencias de vida, trabajo y prestación de servicios. Este proyecto fue lanzado en conjunto con el Ministerio de Seguridad Nacional y compañías tecnológicas comprometidas con la inversión y el desarrollo de nuevos conceptos de vida.
El resultado es que progresivamente, a partir de 2023, Punggol será el primer parque empresarial de Singapur que ofrecerá a las empresas una infraestructura digital denominada plug and play a través de una plataforma digital abierta. Así, tanto actores industriales como el Instituto de Tecnología de Singapur (SIT), además de otras agencias públicas, podrán participar en la creación, prueba e implementación de soluciones innovadoras en áreas como la ciberseguridad o la gestión de infraestructura inteligente.
Asimismo, este nuevo distrito tiene como objetivo adicional lograr un 30 por ciento más de eficiencia energética que los edificios comerciales convencionales, por ejemplo, en el desperdicio cero de agua con estanques ecológicos para recolectar agua de lluvia para el riego y utilizarla como agua no potable. Asimismo, intentará reciclar al 100 por ciento los desechos de alimentos y horticultura en fertilizantes.
Desafíos para la planificación urbana en Chile
Por último, la BCN da a conocer un análisis sobre la planificación urbana en nuestro país y sus desafíos a futuro, que realizó Pablo Valenzuela, profesor de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), egresado del Magíster en Desarrollo Urbano de la Universidad Católica y becario del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) en la línea de geografías del conflicto. En su opinión, la experiencia de Singapur en planificación urbana es útil para las áreas metropolitanas en Chile. “Singapur ha sabido implementar instrumentos de distintas jerarquías. Si bien en Chile tenemos una política nacional de desarrollo urbano que es un instrumento fundante de cómo se debería estructurar la planificación, falta incorporar otros instrumentos que se acoplen con esta política, en el sentido de los planes de ciudad. Por ejemplo, que estén en la política nacional de desarrollo urbano, pero también después en los planes reguladores comunales, o en los planes intercomunales”, señaló.
De esta manera, la importancia de un instrumento de planificación de largo plazo que permite que más políticas puedan alinearse en una visión ordenada de desarrollo territorial. “Aparecen elementos como la participación ciudadana, la gestión de los territorios, más que la sola elaboración de un plan regulador que solo gestione el uso de suelo o las alturas, o ciertas normas urbanísticas. Es cómo el plan regulador se transforma en instrumentos de gestión que permitan desarrollar proyectos urbanos. Eso en Chile lo tenemos muy poco desarrollado, son muy pocas las autoridades que logran utilizar estos instrumentos como motores de gestión territorial y comunal, más allá de la sola regulación”, agregó.
Asimismo, agregó que esta visión de largo aliento y la posibilidad de mecanismos de transparencia, permiten la participación de nuevos actores. “Hay que distinguir entre los agentes que se involucran en el territorio, tanto los habitantes y ciudadanos, como los desarrolladores inmobiliarios, los constructores y las autoridades. Cuando nosotros tenemos políticas de corto plazo o tenemos planes que cambian de manera muy seguida, esto se puede prestar para temas de especulación, porque en Chile está muy poco regulada la especulación de suelos e inmobiliaria. Es lo que ocurrió en Estación Central con los mal llamados ghettos verticales, pero que finalmente tienen un impacto negativo en la habitabilidad de la ciudad. Por otro lado, tener instrumentos de planificación de largo plazo, permiten no solo generar toma de decisiones para los agentes que se involucran en la ciudades informadas, transparentes, sino que le permite a otros actores poder tomar decisiones de intervención del territorio con el conocimiento respecto a cómo se va a expandir la ciudad o cómo va a cambiar la ciudad en un horizonte de 30 años”, sostuvo.
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Por último, en relación a la participación ciudadana en la planificación, afirmó que esto tiene un lado positivo por cuanto permite que más actores se involucren en en el proceso de toma de decisiones, pero también tendría un elemento negativo. “De alguna manera los mecanismos de participación se desequilibran, porque cuando yo implemento un instrumento a través de participación ciudadana, por ejemplo en La Granja o La Pintana, la gente que participa es muy poca porque hay muy poca cohesión social, poco sentido de comunidad y la participación es casi simbólica. Pero cuando esto pasa en La Reina, Las Condes o en Vitacura, la participación es mucho más activa. Eso termina explicando cuestiones como la Vespucio Sur, que va por encima y que cortó comunas y barrios enteros, versus la Vespucio Oriente que va en túnel minero, que va a tener un impacto, en términos de habitabilidad, mucho menor que la Vespucio Sur, precisamente por estas disparidades que se dan en la participación”, sentenció.