La sesión de la jornada del 2 de diciembre de la Comisión de Sistema Político, se enfocó en el debate sobre el régimen presidencial que existe en el país y cuáles modificaciones deberían estar incorporados en la Nueva Constitución. Ricardo Montero, coordinador, expresó con emoción: “Es un hito pasar a la discusión constitucional de fondo con temas específicos, somos la primera comisión en abrir las temáticas”.
Bajo la misma línea, se dio inicio a la discusión donde la gran mayoría de los convencionales apuntaron a la necesidad de cambiar el régimen presidencial y limitar las facultades del Presidente de la República. Sin embargo, en la práctica habrían factores que complicarían un régimen parlamentario.
«Hoy tenemos un Presidente que tiene muchas atribuciones, pero poco poder, porque no tiene una mayoría en el Congreso (…) Yo estoy a favor del parlamentarismo, pero en Chile sería muy complejo por la elección indirecta del jefe de Gobierno. Si vamos a transitar a otro régimen de gobierno se debe hacer de forma paulatina e ir incorporando elementos del parlamentarismo que funcionen”, dijo Constanza Hube.
Noticia Relacionada
Por otro lado, la ex ministra de Educación, actual constituyente del distrito n° 21, Marcela Cubillos, entregó su visión y defensa sobre el régimen presidencial que se ejecuta hoy por hoy, argumentando que no hay necesidad de cambiar de forma radical el sistema de gobierno.
“El problema no surge del presidencialismo, sino más bien de disposiciones particulares que incentivan o desincentivan la colaboración de poderes, por lo tanto, un cambio radical al régimen político no es la solución para mejorar estos equilibrios. Yo me inclino a mantener el régimen presidencial con diversas adecuaciones…”, argumentó Marcela Cubillos
A pesar de las diversas visiones, la conclusión sería limitar las facultades del Presidente. Para ello, se propusieron el ya nombrado régimen parlamentario con el fin de distribuir el poder y “gobernar mejor el sistema multipartidista”, como expresó Patricia Politzer.
Además, se propuso la composición de un nuevo Congreso, así como la existencia de dos Cámaras asimétricas con el fin que tuvieran facultades distintas y no se interpongan. Mientras que otros constituyentes optarían por la unicameralidad, es decir, solo una cámara legislando.