El Consejo Constitucional de Francia aprobó el proyecto de ley impulsado por el presidente Emmanuel Macron, que exige un pase de movilidad que acredite estar inoculado en contra del virus SARS-CoV-2 para ingresar a recintos cerrados calificados de alto riego epidemiológico.
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Una de las modificaciones que introduce la nueva normativa es la exigencia de las dosis de refuerzo, es decir, los ciudadanos deberán acreditar que cumplen con alguna de las siguientes exigencias: poseer un esquema de vacunación completo de tres dosis; contar con dos dosis con un certificación de rehabilitación de la enfermedad en los últimos seis meses; o disponer de una exención médica que justifique su no vacunación.
Cabe señalar que la Asamblea Nacional restableció el principio, que había sido eliminado por el Senado, de que las empresas de los sectores afectados puedan solicitar un documento de identificación con fotografía de las personas sospechosas de llevar un documento adulterado o que no les pertenezca.
Asimismo, la nueva normativa aumentará las sanciones a quienes sean sorprendidos con un pasaporte de vacunas falso o adulterado, las cuales podrán alcanzar un máximo de cinco años de cárcel y setenta y cinco mil euros de multa para quienes tengan más de un documento falsificado. No obstante, el mismo cuerpo legal prevé un indulto si la persona sorprendida se vacuna en un plazo máximo de treinta días.
El nuevo pase de movilidad que se instaurará en Francia solo será exigible a las personas mayores de dieciséis años. Sin embargo, los adolescentes entre doce y quince años deberán portar el comprobante de vacunas que acredite que se encuentran inoculados. Respecto a los menores de entre cinco y once años, deberán ser inoculados según calendario y si existe un desacuerdo entre sus progenitores sobre su vacunación, bastará la voluntad de solo uno de ellos para aplicar las vacunas.