La Administración del Ciberespacio de China (CAC), agencia estatal dedicada al control de internet, aprobó una nueva ley que censura a los internautas que den like a publicaciones consideradas ofensivas por el gobierno. Esta ley, que entró en vigor en diciembre pasado, tiene su origen en una ley aprobada en 2017, que recrudeció el control sobre los internautas chinos.
La legislación prevé un mecanismo para que los comentarios en la red, realizados por ciudadanos chinos, sean revisados previo a ser publicados. Además, obliga a los propietarios de medios sociales a implementar un sistema de créditos para “calificar” el comportamiento de los usuarios en internet, pudiendo ser sancionados o recompensados según sea el caso, debiendo estos validar su identidad para prevenir el anonimato. Es decir, impone a las empresas la obligación de controlar la actividad de sus usuarios y de denunciar a los infractores. Los que tengan peor calificación se arriesgan a ser expulsados del sitio y a que sus cuentas sean bloqueadas.
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En virtud de las limitaciones introducidas por la ley, los internautas deberán abstenerse de hacer comentarios ofensivos contra el régimen, so pena de afrontar las sanciones ya descritas y de ser considerados disidentes.
La ley refuerza el sistema de censura conocido como el “Gran Cortafuegos”, compuesto por una serie de normas y medidas intersectoriales restrictivas en virtud de las cuales el gobierno chino busca reforzar su autoridad sobre el ciberespacio. Para la consecución de sus fines han implementado una extensa red de vigilantes en la web y tecnologías de inteligencia artificial. También han recurrido al veto de sitios de internet. Sin ir más lejos, redes sociales como Facebook e Instagram han sido bloqueadas en China, por no ceder a sus exigencias.