Las multitudinarias protestas que remecieron recientemente a Irán concluyeron con la detención de miles de personas a lo largo de todo el país. Si bien muchos fueron liberados, otros no tuvieron la misma suerte pues fueron condenados a la pena capital tras imputárseles delitos que la legislación iraní considera de extrema gravedad. Uno de estos delitos es el “moharebeh”, que se puede traducir como “odio contra dios”, “hacerle la guerra a dios” o “guerra contra el Estado y dios”. Y es que ser condenado por este delito no es algo que se deba tomar a la ligera, pues en no pocos casos el imputado es sentenciado a la pena de muerte.
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Pero, ¿en qué consiste el moharebeh? El artículo 279 del Código Penal Islámico señala que se configura cuando “(…) se desenvaina un arma con la intención de atentar contra la vida, la propiedad o el honor de las personas o para intimidarlas, de manera que provoque inseguridad en el entorno”. Si bien la conducta típica del delito está delimitada, los tribunales suelen hacer una interpretación extensiva para lograr su aplicación, ya que es utilizado con fines religiosos y políticos.
El moharebeth requiere que el hechor no ataque por motivos personales, pues en ese caso su actuar estaría justificado si, por ejemplo, la victima ofendió su honor o el de su familia. En tal caso, no afrontaría la pena de muerte. No obstante, en una protesta los manifestantes no dirigen su actuar contra alguien en particular por rencillas personales, por lo que cuando atacan a las fuerzas de seguridad con cualquier tipo de arma, se considera que el ataque es injustificado y no personal y, por ende, es un moharebeth. Así, este delito ha servido como arma política a las autoridades del régimen pues les permite justificar la represión que ejercen contra los opositores.
«Desde el punto de vista del régimen de la República Islámica de Irán, que se considera la representación de Dios sobre la Tierra, si hay un movimiento, un grupo o un individuo que quiera cambiar ese régimen, de por sí están haciéndole la guerra a Dios y por ende son automáticamente acusados de mohabereh», precisa un experto.