La Misión de Investigación Independiente de Naciones Unidas sobre Libia criticó a las autoridades de este país por su inacción frente a numerosos casos de violaciones a los derechos humanos, en los que no ha habido responsables. Solicitaron a las autoridades tomar las medidas necesarias para garantizar el acceso a la justicia y un mayor compromiso con las víctimas.
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Entre el 23 y 26 de enero del presente año, funcionarios de la Misión recabaron cruentos testimonios sobre ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas, trata de personas, existencia de fosas comunes, desplazamientos internos y centros con cadáveres que no han podido ser retirados por los familiares de los fallecidos. Sin embargo, a pesar de su insistencia, no pudieron reunirse con el fiscal general, ni tampoco se les permitió ingresar a los centros de detención.
«Las autoridades estatales con las que nos reunimos nos hablaron de sus esfuerzos por fortalecer el Estado de derecho, pero estos esfuerzos no han logrado que se haga justicia para las víctimas y sus familias. Cuando las víctimas hablaron con nosotros se pudo apreciar la profunda sensación de pérdida. Su ansioso deseo de justicia ha quedado insatisfecho, en muchos casos durante años”, señaló un funcionario de la Misión.
Tras la caída del dictador Muammar Gaddafi, Libia ha sido escenario de una cruenta guerra civil que ha dejado miles de muertos. A pesar de la creación de un gobierno provisional que ha conferido cierta estabilidad, distintas facciones que se disputan el dominio de amplios territorios siguen luchando contra el poder central, lo que causa un gran perjuicio a la población civil.