El Parlamento Europeo aprobó su propuesta para la ley que “establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores”. A través de ella, los europeos buscan hacer frente a la escasez de semiconductores que se ha venido profundizando desde 2020. Los eurodiputados esperan negociar sus alcances finales con los Estados miembros.
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La normativa, también conocida como “Ley de Chips”, tiene como objetivo principal aumentar la producción de semiconductores en el territorio europeo, para así disminuir la dependencia de los mercados internacionales. En los últimos años los microchips electrónicos se han convertido en un bien muy cotizado, debido a su uso como componentes de alta tecnología. Su aplicación va desde el ámbito civil hasta el ámbito militar.
Es menester señalar que la producción de chips requiere de una amplia cadena de suministros, cuyos proveedores se encuentran dispersos en distintos lugares del mundo. Esta situación hace que la producción de semiconductores sea muy vulnerable a los conflictos geopolíticos internacionales. A raíz de ello los fabricantes suelen demorar las entregas de este producto, a causa de las dificultades ya mencionadas.
Así, la normativa busca relocalizar a los proveedores europeos, pues al menos un 80% de ellos tiene su sede fuera del territorio de la UE. Para la consecución de este objetivo, se ha propuesto la entrega de incentivos para lograr que las compañías europeas logren un alto estándar de competitividad y liderazgo.