Disney World interpuso una demanda contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis, por las acciones que ha emprendido en su contra durante los últimos meses, que la compañía percibe como represalias motivadas por un deseo revanchista de venganza política.
La controversia se inició luego que DeSantis anunciara una serie de medidas legislativas para revocar el estatus distrital de la compañía que durante años le reportó beneficios fiscales, e intervenir la junta que gestiona el distrito. Lo anterior como respuesta a las críticas que Disney realizó contra una ley estatal que prohíbe las temáticas de identidad de género en las escuelas primarias.
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La creciente influencia de los directivos designados por DeSantis causó molestia en la compañía, pues, entre otras cosas, dieron inicio a un plan de reestructuración que se espera afecte al personal administrativo de Disney. Además, el gobernador abrió un nuevo capítulo en la polémica tras sugerir que construiría una cárcel al costado del parque temático.
“Una campaña selectiva de venganza gubernamental -orquestada a cada paso por DeSantis como castigo por el discurso de Disney- amenaza ahora las operaciones comerciales de Disney, pone en peligro su futuro económico en la región y viola sus derechos constitucionales”, señala el texto de la demanda.
Para Disney estas medidas suponen una amenaza a sus operaciones comerciales y ponen en entredicho su futuro en Florida. Por este motivo, ha solicitado a la corte que declare ilegales las decisiones de la junta y de DeSantis, y que declare la vigencia de un acuerdo de desarrollo suscrito con la junta anterior.
“No conocemos ningún derecho legal que una empresa tenga para operar su propio gobierno o mantener privilegios especiales que no tengan otras empresas en el estado. Esta demanda es otro más desafortunado ejemplo de su esperanza de socavar la voluntad de los votantes de Florida y operar fuera de los límites de la ley”, indicó DeSantis en un comunicado.