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imagen: infobae
Estados Unidos.

Hallan pruebas que podrían probar la inocencia del hombre más longevo condenado a muerte en Estados Unidos.

Fue incriminado por la mala relación personal que mantuvo con algunas de las víctimas, suscitada a raíz de una disputa por razones comerciales. Desde un comienzo sostuvo su inocencia, aduciendo que el día del crimen se encontraba en un viaje de negocios a 500 km de distancia.

9 de agosto de 2023

La defensa de Nelson Serrano, considerado el hombre condenado a muerte más longevo de Estados Unidos, anunció que halló 13 pruebas que demostrarían la inocencia de este ecuatoriano juzgado por un crimen ocurrido en 1997. Según su abogado, la mayoría de las pruebas apuntan a “ocultamientos que realizó la Policía de Florida y los fiscales del caso”.

Serrano, actualmente de 84 años de edad, fue declarado culpable en 2006 por el asesinato de cuatro personas en una planta manufacturera, ubicada en el Estado de Florida (Estados Unidos). La fiscalía atribuyó el crimen a una disputa suscitada por razones comerciales, pues Serrano y una de las víctimas, que habían sido socios en una compañía, estaban insertos en un litigio judicial por la sustracción de 1 millón de dólares. Finalmente, en 2007, fue condenado a muerte por inyección letal.

Su abogado señaló a la prensa que halló 13 pruebas que demostrarían la inocencia de Serrano, y que serían suficientes para revertir la condena. Entre estas evidencias se encuentran numerosos testimonios que acreditan la existencia de otras personas en la escena del crimen, además de pruebas de ADN que confirmarían estas aseveraciones. La defensa de Serrano también cuenta con las declaraciones de un exconvicto, que aseguró conocer a los sicarios que habrían perpetrado los asesinatos por orden de un mafioso de la ciudad de Nueva York. Estas pruebas serán presentadas prontamente al juez del caso.

Al día de hoy la ejecución de la pena se ha suspendido en virtud de un recurso deducido por la presunta vulneración de sus derechos constitucionales al haber sido “secuestrado y sacado ilegalmente de Ecuador” para ser puesto a disposición de las autoridades estadounidenses. Serrano siempre ha mantenido su inocencia, ya que, según ha declarado, el día del crimen se encontraba en un viaje de negocios a  500 kilómetros de distancia.

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