El Tribunal de Vigilancia de Turín (Italia) concedió la prisión domiciliaria a un hombre que cumple una pena de 30 años de prisión por asesinar a su pareja. Fundó su decisión en los problemas de movilidad que padece debido a su obesidad, y a las limitaciones funcionales derivadas de una polineuropatía en sus miembros inferiores y superiores, lo cual le impide realizar sus necesidades diarias en forma independiente dentro del recinto penal.
En 2017, el hombre propinó 57 puñaladas a su novia tras una discusión, causándole la muerte en el lugar. Si bien en un primer momento fingió haber sufrido un robo que “acabó mal” para su pareja, posteriormente confesó el crimen ante la fiscalía. Tras purgar 6 años de condena, el Tribunal accedió a su solicitud de arresto domiciliario al estimar que su condición de salud no era compatible con la reclusión penitenciaria.
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Los jueces enfatizaron que “el sujeto fue sometido a múltiples evaluaciones psiquiátricas con ajuste de terapia, fisiátrica con indicación de aumento de terapia farmacológica por polineuropatía periférica, cardiológica que destacó múltiples factores de riesgo, incluidos cardiovasculares, además de obesidad severa y tabaquismo activo (100 cigarrillos al día)».
“No puede realizar actividades normales de tratamiento, ni tener una calidad de vida cotidiana conforme al artículo 27 de la Constitución. Además, por su condición de muy obeso, a pesar de contar con una silla de ruedas para desplazarse, no puede acceder a los servicios debido a las barreras arquitectónicas existentes y las dificultades asociadas a la posibilidad de desplazarse con esta ayuda”, concluyó el Tribunal.