Un Tribunal de Busan (Corea del Sur) condenó a cadena perpetua a una joven de 23 años por el brutal asesinato de una profesora de inglés. La mujer confesó haber cometido el crimen «por curiosidad», revelando su obsesión por novelas y programas de temática criminal y policial. Las autoridades informaron que la joven, que obtuvo altas calificaciones en pruebas de psicopatía, buscó deliberadamente a la víctima a través de una aplicación de tutoría en línea.
Jung Yoo-jung contactó a más de 50 personas, mostrando preferencia por mujeres que impartían lecciones en casa. Disfrazada como la madre de un estudiante que necesitaba lecciones de inglés, se presentó en la casa de la víctima con un uniforme escolar comprado en línea. Tras ingresar en el hogar, atacó a la mujer apuñalándola más de 100 veces. Luego desmembró el cuerpo y arrojó algunos restos en un parque remoto.
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Aunque los fiscales solicitaron la pena de muerte, el Tribunal optó por imponer la cadena perpetua, señalando que el crimen había sembrado el miedo en la sociedad. Jung argumentó trastornos mentales, pero el Tribunal rechazó su afirmación debido a la cuidadosa planificación y ejecución del crimen.
Corea del Sur mantiene en vigor la pena de muerte, aunque no ha llevado a cabo ejecuciones desde 1997. Este caso destaca la intersección entre la obsesión por el crimen mediático y la realidad, generando preocupaciones sobre la regulación y el impacto de contenidos violentos en la sociedad.
“Asesinó a la víctima a pesar de no conocerla de antemano por sus propias razones perversas. Estuvo motivada por un resentimiento e ira hacia su familia, impotencia debido a continuos fracasos como el ingreso a la universidad y el empleo y admiración por las vidas de los demás», señaló el juez del caso.