Crear un “tarjeta verde” que ofrezca servicio de transporte público gratuito a quien dé de baja un vehículo particular. Ese es el objetivo de una resolución, aprobada por la Sala de la Cámara y dirigida al Ejecutivo.
La propuesta toma como base el informe del relator especial sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente de las Naciones Unidas, David Boyd. El funcionario señaló que Chile enfrenta una serie de crisis ambientales interconectadas que violan los derechos humanos.
A juicio de las y los diputados contar con un tarjeta verde podría desincentivar el uso de los automóviles. Como dato se expone que, solo en Santiago, el 39% de la contaminación ambiental de la región se produce por el transporte.
Así, se estima necesario avanzar “hacia una movilidad cada vez más sostenible, fomentando el transporte público frente al privado”.
Tarjeta en el plan de descontaminación
La idea planteada en la resolución es que la “tarjeta verde” se enmarque dentro de la batería de medidas de descontaminación y movilidad que el Gobierno ya ha planteado.
Con ellas se busca revertir la desastrosa situación medioambiental, mejorando los servicios de metro y buses y multiplicando la construcción de ciclovías.
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Se platea que diversas reparticiones públicas relacionadas lleven un registro de las personas que de forma voluntaria decidan dar de baja un vehículo particular y creen o entreguen la tarjeta verde.
Ese documento les permitirá ocupar el transporte público gratuitamente durante tres años. De esa forma, se fomentaría la alternativa del transporte público para quienes ahora se mueven habitualmente en sus autos.
La resolución la presentaron las y los diputados Camila Musante, Jaime Araya, Mónica Arce, Carlos Bianchi, Marta González, Héctor Ulloa y Cristián Tapia. A ellos se suman, Carolina Marzán, Helia Molina y Raúl Soto.