La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó escuchar la apelación interpuesta por el organizador del movimiento “Black Lives Matter”, DeRay Mckesson, por lo que la demanda que un oficial de policía interpuso en su contra puede proseguir. El caso marca un punto de inflexión en el debate sobre la responsabilidad civil en manifestaciones y expresiones de libertad de expresión.
El caso tiene su origen en una protesta ocurrida en 2016, que fue organizada por McKesson. En esta el oficial demandante resultó gravemente herido tras ser alcanzado por un objeto contundente. En este contexto, se buscó determinar si Mckesson podía ser considerado responsable por las acciones de terceros durante una protesta que él organizó.
Aunque no fue el responsable directo del acto que causó las lesiones al oficial, el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito sostuvo que podría ser considerado culpable bajo la teoría de la «protesta negligente». Según esta doctrina Mckesson debería haber previsto que la protesta podía volverse violenta, por lo que debería ser responsable por las consecuencias de esa violencia.
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La decisión de la Corte Suprema de no intervenir en el caso indica que la interpretación realizada por el Quinto Circuito se mantiene vigente. Esto significa que la demanda contra Mckesson puede continuar, lo que tiene implicaciones significativas para los organizadores de protestas y otras formas de expresión pública. La decisión refuerza la idea de que los organizadores pueden ser considerados responsables por las acciones de terceros durante sus eventos, incluso si no participaron directamente en dichas acciones.
“Anteriormente en este caso, el Quinto Circuito sostuvo que el peticionario DeRay Mckesson, podría ser responsable bajo una teoría de negligencia por lesiones graves sufridas por un oficial de policía. Al considerarlo así, el Quinto Circuito rechazó el argumento de Mckesson de que la Primera Enmienda excluía su responsabilidad en estas circunstancias sin una demostración de intención de incitar a la violencia. El juez Willett discrepó y explicó que la teoría mayoritaria de la “responsabilidad de la ‘protesta negligente’ contra un líder por el acto violento de un agresor deshonesto choca frontalmente con los fundamentos constitucionales”, señala la Corte.
“Debido a que este Tribunal puede denegar el certiorari por muchas razones, incluido el hecho de que la ley no necesita mayor aclaración, su denegación de hoy no expresa ninguna opinión sobre los méritos del reclamo de Mckesson. Aunque el Quinto Circuito no tuvo el beneficio de la reciente decisión de este Tribunal en el caso Counterman cuando emitió su opinión, los tribunales inferiores ahora sí lo tienen. Espero que den una consideración completa y justa a los argumentos sobre el impacto de Counterman en cualquier procedimiento futuro en este caso”, concluyó la Corte.