Ocho periódicos estadounidenses, entre ellos The New York Daily News y The Chicago Tribune, demandaron a Microsoft y OpenAI. En la acción legal, presentada en el Distrito Sur de Nueva York, alegan que estas empresas han empleado indebidamente millones de artículos protegidos por derechos de autor para entrenar sus modelos de inteligencia artificial, como ChatGPT y Copilot. Así, la base de la acción legal radica en la apropiación no autorizada de material protegido para fines de desarrollo tecnológico, lo que según los demandantes constituye una violación de la ley de propiedad intelectual.
Los demandantes sostienen que la inversión realizada por los medios de comunicación en la producción de contenido periodístico original ha sido aprovechada sin compensación por Microsoft y OpenAI, las cuales han empleado este material para “alimentar sus algoritmos de inteligencia artificial, con la posibilidad de reemplazar eventualmente a los periodistas humanos”.
La demanda busca daños no especificados, la restitución de las ganancias obtenidas mediante el uso indebido de los materiales protegidos por derechos de autor y una orden judicial que prohíba a las demandadas continuar con estas prácticas.
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El caso plantea cuestiones clave sobre la interpretación y aplicación de la doctrina del uso legítimo en el contexto de la inteligencia artificial y los derechos de autor. Se argumenta que, si bien el uso de materiales protegidos puede ser permitido en ciertos casos, la extensión y la finalidad del uso realizado por Microsoft y OpenAI están en disputa y que podrían exceder los límites legales establecidos.
La presunta falta de transparencia por parte de las demandadas respecto a las fuentes de sus datos de entrenamiento y los algoritmos utilizados para procesarlos constituye otro punto de preocupación en la demanda. Esta falta de divulgación dificulta la evaluación por parte de los demandantes sobre la utilización de su trabajo y la búsqueda de una compensación adecuada.
Además, el litigio destaca el potencial impacto de la inteligencia artificial en la industria del periodismo, incluyendo la posible alteración de las funciones tradicionales de redacción de noticias. Este cambio plantea interrogantes sobre la calidad y confiabilidad del contenido generado por inteligencia artificial y la viabilidad económica de las organizaciones de noticias que dependen de periodistas humanos.
La resolución de este caso podría establecer un precedente importante en cuanto a cómo se abordan las complejas cuestiones legales y éticas relacionadas con la propiedad intelectual y el desarrollo tecnológico en la era de la inteligencia artificial.