El Fiscal General de Australia, Mark Dreyfus, presentó al Parlamento el proyecto de ley de enmienda al Código Penal (material sexual deepfake) de 2024. Esta legislación propone sanciones penales para la distribución de contenido deepfake sexualmente explícito no consensuado. Dreyfus y el gobierno han destacado la necesidad de regular esta materia debido a la naturaleza perjudicial del contenido no consensuado.
De acuerdo con el proyecto de ley, se establecerá una pena máxima de seis años de prisión para cualquier individuo que comparta material deepfake sexualmente explícito sin el consentimiento de la persona representada. Adicionalmente, el proyecto incluye dos delitos agravados: uno para los reincidentes y otro para los creadores del contenido.
Ambos delitos agravados conllevan una pena máxima de hasta siete años de prisión. Estas disposiciones aplican únicamente a material sexual protagonizado por adultos, mientras que el material relacionado con abuso infantil seguirá siendo procesado bajo cargos específicos y distintos.
En una entrevista reciente, Dreyfus admitió las posibles complicaciones en la identificación y procesamiento de los responsables de compartir deepfakes debido al anonimato inherente a las cuentas de redes sociales. No obstante, sostuvo que los avances tecnológicos en rastreo pueden mitigar estos desafíos, justificando así la prohibición de la creación y distribución de deepfakes sexuales no consensuados.
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Además del proyecto de ley, el gobierno se comprometió a fortalecer iniciativas anteriores, como aumentar la financiación del Comisionado de eSafety, abordar prácticas perjudiciales como el doxxing, y revisar la Ley de Privacidad para otorgar mayor control sobre los datos personales a los ciudadanos australianos, especialmente a las mujeres víctimas de abuso doméstico.
Según las autoridades, el objetivo principal del proyecto es «garantizar la seguridad de las mujeres», en respuesta al aumento en la creación de contenido pornográfico deepfake sin consentimiento. Así, el proyecto busca determinar responsabilidades penales para prevenir y sancionar la distribución de este material sexualmente explícito.
“Este proyecto de ley modifica la Ley del Código Penal de 1995 para reforzar los delitos dirigidos a la creación y el intercambio no consensuado de material sexualmente explícito en línea, incluido el material que ha sido creado o alterado utilizando tecnología como los deepfakes. Estos se refieren a imágenes, vídeos o archivos de sonido, generados mediante inteligencia artificial, de una persona real que han sido editados para crear una representación extremadamente realista pero falsa de ella haciendo o diciendo algo que en realidad no hizo o dijo”, señala el proyecto.
“A medida que la tecnología avanza aún más en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, aumenta la sofisticación de las técnicas de deepfake, lo que hace casi imposible detectar material deepfake. El uso de tecnología, como la inteligencia artificial, para crear material sexual falso plantea riesgos importantes para la comunidad australiana, y el intercambio no consensuado de este material puede tener impactos dañinos duraderos en las víctimas”, agrega la propuesta legislativa.