Una jueza federal estadounidense desestimó una demanda colectiva interpuesta contra Amazon, en la que se alegaba que la empresa incurrió en prácticas engañosas con respecto a la presentación de sus productos. La resolución, emitida por una jueza de distrito de Seattle, concluyó que los demandantes no lograron demostrar el perjuicio ocasionado por las prácticas imputadas a Amazon.
La demanda, presentada en febrero por dos residentes de California, se centraba en la función «buy box» de Amazon. Esta función destaca una sección en las páginas de productos donde los clientes pueden añadir rápidamente artículos a su carrito. Los demandantes sostuvieron que el algoritmo de Amazon favorecía desproporcionadamente las ofertas minoristas propias de la empresa o las de los vendedores que utilizan el servicio «Fulfilment by Amazon», lo que presuntamente resultaba en precios más elevados para los consumidores.
En su fallo, la jueza señaló que los demandantes no identificaron compras específicas que hubieran realizado de manera diferente o alternativas de menor precio que podrían haber adquirido a otros vendedores. No obstante, el fallo otorga a los demandantes un plazo de 30 días para presentar una demanda enmendada, permitiendo la posibilidad de que se emprendan nuevas acciones legales.
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En su defensa, Amazon adujo que no es injusto que un minorista destaque ofertas de productos que considera atractivas para los consumidores, al mismo tiempo que permite a estos tomar sus propias decisiones de compra.
Este caso es uno de varios desafíos legales que enfrenta actualmente Amazon. En este contexto, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha acusado a la empresa de utilizar prácticas de diseño que inducen a error para que los clientes renueven automáticamente sus suscripciones Prime, acusaciones que Amazon ha negado.
Si bien la resolución representa un fallo favorable para la compañía, destaca el escrutinio continuo sobre las prácticas de comercio electrónico y su impacto en la elección y los precios para los consumidores. Dado que las compras en línea continúan dominando el comercio minorista, es probable que el marco legal en torno a estas cuestiones evolucione progresivamente.
«Los demandantes no han demostrado adecuadamente que hayan realizado ninguna transacción específica con Amazon, y mucho menos una a través de la Buy Box. Y no alegan ninguna compra específica en la que hayan sido engañados a través de este medio, y mucho menos proporcionan recibos. Sin una demostración de una transacción específica, los demandantes no pueden alegar que se les cobró de más por alguna compra en particular, que es el perjuicio en disputa», señaló la jueza en su fallo.