Entró en vigor un nuevo reglamento en la Unión Europea que establece requisitos y disposiciones sobre el diseño ecológico aplicables a casi todas las categorías de bienes físicos que ingresan al mercado de la UE. Este reglamento, conocido como “Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles”, amplía el alcance de la Directiva sobre diseño ecológico vigente, que actualmente se limita a productos relacionados con la energía. Su objetivo es mejorar la circulación, el rendimiento energético y otros aspectos de sostenibilidad ambiental de los productos comercializados en el mercado de la UE.
El ecodiseño implica la integración de consideraciones medioambientales en todas las etapas del desarrollo de un producto. Es una herramienta clave en la gestión del consumo de energía y recursos. La normativa de la UE ha avanzado considerablemente en este ámbito, como se refleja en la etiqueta energética presente en electrodomésticos como lavadoras y frigoríficos. No obstante, la sostenibilidad medioambiental abarca más allá de la eficiencia energética.
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El reglamento establece que, para ser considerado sostenible, un producto debe poseer una o varias de las siguientes características: uso reducido de energía, mayor durabilidad, facilidad de reparación, piezas desmontables y reutilizables, menor contenido de sustancias preocupantes, capacidad de reciclaje, mayor contenido de material reciclado y una menor huella de carbono y ambiental a lo largo de su ciclo de vida.
Además, el reglamento introduce medidas que prohíben la destrucción de productos textiles y calzado no vendidos, y contempla la posibilidad de extender estas prohibiciones a otros sectores si los estudios pertinentes lo justifican. Las empresas deberán publicar en sus sitios web información anual sobre el número y el peso de los productos desechados, así como las razones para ello. Asimismo, el reglamento permite la aplicación obligatoria de criterios de contratación pública ecológica para asegurar un gasto más sostenible de los fondos públicos. Las autoridades públicas de la UE destinan aproximadamente 1.8 billones de euros a la adquisición de obras, bienes y servicios.
Según un comunicado de prensa de la Comisión Europea, el impacto de las medidas de diseño ecológico vigentes ha sido notable. En 2021, dichas medidas, que abarcan 31 grupos de productos, resultaron en un ahorro de 120.000 millones de euros en gasto energético para los consumidores de la UE y una reducción del 10% en el consumo energético anual de los productos regulados. Este nuevo reglamento busca continuar y ampliar estos beneficios mediante la implementación de requisitos de sostenibilidad más amplios y estrictos.