El Parlamento búlgaro votó una enmienda a la Ley de Educación Preescolar y Escolar. Esta legislación se aprobó por la vía rápida, lo que, según la organización ILGA-Europa, se hizo para «evitar el escrutinio».
La enmienda afecta al sistema educativo y prohíbe la «propaganda» LGBTQ+ y la «incitación» de perspectivas «relacionadas con la orientación sexual no tradicional y/o la identidad de género distinta de la biológica». Dado que no se especifica qué ideas se consideran ilegales, puede interpretarse de diversas maneras.
La enmienda fue presentada por el partido búlgaro pro-ruso Revival (Vazrazhdane). Durante el debate parlamentario, una diputada del partido, Zvezdelina Karavelova, dijo que «esperaba que su hijo de un año nunca trajera un marido a casa», según informa Balkan Insight.
Se aprobó por 159-22 votos a favor, lo que demuestra una mayoría firme. Esto significa que no sólo contaba con el apoyo de los miembros del partido Revival, sino también de partidos prooccidentales como el GERB, un partido de centro-derecha favorable a la UE.
Además, los políticos votaron otro documento que define la «orientación sexual no tradicional» como «diferente de las nociones generalmente aceptadas y establecidas en la tradición jurídica búlgara de atracción emocional, romántica, sexual o sensual entre personas de sexos opuestos».
Además, el Partido Revival redactó la enmienda utilizando una redacción similar a la de las leyes rusas y húngaras contra la propaganda LGBTQ, aprobadas respectivamente en 2012 y 2021. La enmienda se ha defendido amparándose en la Constitución búlgara, donde el matrimonio sólo se define entre un hombre y una mujer y los valores ortodoxos respaldan el argumento. Sin embargo, la Comisión de Venecia del Consejo de Europa consideró que la ley húngara de propaganda anti-LGBT, sorprendentemente similar, era incompatible con el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Preocupación de las organizaciones activistas
La organización activista LGBTQ+ Forbidden Colours declaró que la enmienda contradice las normas de igualdad de la Unión Europea y que Bulgaria está «adoptando tácticas del libro de jugadas ruso contra los derechos humanos».
Mientras el Partido Revival afirma que la ley protege a los niños, los grupos de derechos humanos han declarado que la ley es discriminatoria. Denitsa Lyubenova, abogada de la organización LGBTQ+ llamada Deystvie en Bulgaria, argumentó que la ley hace que las escuelas sean más peligrosas para los niños al crear una atmósfera de exclusión «en la que los niños LGBTI pueden ser objeto de riesgos relacionados con la salud, intimidación y acoso».
Las implicaciones de la ley son que se prohíbe cualquier representación de personas LGBT en escuelas y centros preescolares. Así, ayer por la tarde comenzaron las manifestaciones en la capital de Bulgaria, Sofía, a raíz de la enmienda. Los manifestantes exclamaron «¡Qué vergüenza!» y otras organizaciones, entre ellas LevFem, Acción y Movilizaciones Feministas, salieron a la calle con el lema «¡Escuela para todos! Detengamos el odio!».
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Bulgaria y los derechos LGBTQ
Bulgaria y su política tienen una larga historia de homofobia. Bulgaria no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo y, como consecuencia de ello, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó en 2023 que, al hacerlo, está violando la legislación europea sobre derechos humanos y se le dijo que tenía que establecer un marco alternativo. Sin embargo, el TEDH escribió en 2023 que «hasta la fecha, las autoridades búlgaras no han tomado ninguna medida para que se adopte una normativa legal adecuada en relación con el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo».
Ha habido algunos avances legales para la comunidad, por ejemplo, en 2004 se prohibió la discriminación por motivos de orientación sexual en el empleo, la seguridad social, la atención sanitaria, la educación y la vivienda. Sin embargo, en Bulgaria persiste una discriminación significativa y en 2020 ocupaba el puesto 37 de 49 países europeos en cuanto a protección de los derechos LGBT según ILGA-Europa.
ILGA-Europa recomienda que Bulgaria introduzca leyes contra los delitos de odio y la incitación al odio, adopte la «unión registrada para parejas del mismo sexo» para mejorar los derechos y los marcos legales de las personas LGBTQ+ allí. La organización también ha revelado un patrón preocupante que se está produciendo en Europa, donde hay un número creciente de leyes anti-LGBT, lo que indica que Bulgaria no es una excepción.
Está bien hecho en prohibir la propaganda e incitación LGBTQ+ EN CENTROS ESCOLARES, esto no es ni homofobia, ni odio, ni intolerancia, es una medida legítima para frenar el posible lavado de cerebros a menores como se lleva en casi toda Europa. Estamos hablando de niños y adolescentes que son de MENORES DE EDAD y por ende NO TIENEN DERECHO ni deben tener derecho a ni si quiera ver pornografia, ni mucho menos visitar clubes de striptease. Los menores no tienen los mismos derechos que los adultos, siempre fue asi y asi debe seguir siendo. España en cambio llegó tan lejos de que aprobó una ley que permite el cambio de sexo a MENORES DE EDAD, gran error, es la ley más ridicula y absurda que jamás existió. Muchos menores ya se arrepentieron de operarse. Estas organizaciones acusan falsamente de odio si su propaganda no llega a los colegios e institutos, ésto es de lo único que estoy en contra. Solo mantengan su propaganda fuera de los centros escolares. Europa despierta porfavor.