Un informe reciente publicado por la organización israelí de derechos humanos “B’Tselem”, denuncia presuntos abusos sistemáticos y torturas hacia prisioneros palestinos por parte de las autoridades israelíes. El documento, titulado «Bienvenidos al infierno: el sistema penitenciario israelí como una red de campos de tortura», se basa en testimonios de 55 detenidos palestinos provenientes de la Franja de Gaza, Cisjordania e Israel. El informe documenta una serie de alegaciones que señalan posibles violaciones de derechos humanos, las cuales habrían tenido lugar desde el inicio del conflicto en Gaza, tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023.
El informe de B’Tselem detalla una serie de incidentes que, según los testimonios recopilados, podrían constituir un patrón de maltrato. Estos incidentes incluyen condiciones de reclusión caracterizadas por hacinamiento, falta de acceso a la luz solar, ventilación insuficiente, violencia física y psicológica, privación del sueño, violencia durante los traslados, así como casos de abuso sexual.
El documento aborda además la presunta negación de acceso a necesidades básicas como tratamiento médico, alimentos, agua y condiciones adecuadas de higiene, así como la exposición a temperaturas extremas. También se hace mención al uso de la Fuerza de Reacción Inicial (FRI) del Servicio Penitenciario de Israel y se reportan casos relacionados con muertes en prisión y las condiciones de reclusión de prisioneros palestinos con ciudadanía israelí.
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En respuesta a estas acusaciones, tanto el ejército israelí como el Servicio de Prisiones de Israel emitieron comunicados negando los cargos formulados en el informe. Estas declaraciones coinciden temporalmente con la reciente detención de nueve soldados israelíes, quienes enfrentan acusaciones por presuntos abusos graves, incluyendo conducta sexual inapropiada contra un prisionero de Hamás.
El informe de B’Tselem también sugiere que ciertos maltratos habrían sido supuestamente ordenados por el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, con el objetivo de revertir mejoras previas en las condiciones penitenciarias.
Por otro lado, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) publicó el 1 de agosto un informe en el que se documentan presuntas violaciones graves de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad israelíes contra detenidos palestinos.
Este informe cubre el período comprendido entre octubre de 2023 y junio de 2024, en el contexto de la escalada de hostilidades en Gaza, e incluye alegaciones de detenciones arbitrarias, tortura y malos tratos. La ACNUDH también señala la posible comisión de crímenes de guerra y solicita la apertura de investigaciones para determinar la veracidad de estos hechos.