El tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos emitió un fallo que confirma la infracción de derechos de autor cometida por la Biblioteca Digital Gratuita de Internet Archive (IA) en perjuicio de las editoriales. La decisión confirmó el veredicto de un tribunal de menor instancia en relación con una demanda presentada en 2023 por varias editoriales estadounidenses, quienes alegaban que IA infringió derechos de autor al escanear y ofrecer libros físicos sin costo a través de su plataforma digital.
Internet Archive, una organización sin fines de lucro, argumentó que sus acciones estaban amparadas bajo la defensa del «uso justo» prevista en la sección 107 de la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos. Dicha normativa establece que ciertas reproducciones de obras protegidas pueden estar exentas de la infracción de derechos de autor cuando se realizan con fines de investigación, docencia o crítica, entre otros. No obstante, la corte determinó que los cuatro factores evaluados para la aplicación de la doctrina de uso justo favorecían a las editoriales.
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Entre los factores considerados, el tribunal destacó que el uso realizado por Internet Archive carecía de carácter transformador. En cuanto a la naturaleza de las obras reproducidas, se consideró que estaban protegidas de manera plena por la ley de derechos de autor. Además, la reproducción abarcaba la totalidad de las obras, lo que constituyó una copia sustancial. Por último, se concluyó que el préstamo digital ofrecido por IA generaba un impacto negativo sobre el mercado potencial de las editoriales para la distribución de libros electrónicos, una explotación que les corresponde en exclusividad.
En el fallo se subraya que la Ley de Derechos de Autor debe equilibrar el incentivo a la creación de nuevas obras con la amplia disponibilidad pública de las mismas. Según el tribunal, el modelo de préstamos digitales de Internet Archive afectaba dicho equilibrio, al no respetar los derechos exclusivos de los editores sobre sus obras.
En respuesta, Internet Archive manifestó su desacuerdo con la decisión, y expresó su intención de continuar defendiendo lo que consideran los derechos de las bibliotecas a poseer, prestar y conservar libros, reafirmando su compromiso de revisión del fallo.
El litigio tiene origen en un ajuste temporal que IA implementó durante la pandemia de COVID-19, cuando eliminó la limitación de préstamos digitales basados en la proporción de uno a uno entre libros físicos y electrónicos. Dicha modificación generó el inicio de la acción legal por parte de las editoriales.