Días antes del estreno de su película Megalópolis, el director Francis Ford Coppola interpuso una demanda por difamación contra la revista especializada Variety y dos de sus periodistas. La acción legal, presentada ante un tribunal de Los Ángeles (Estados Unidos), se deriva de un artículo publicado por la revista, en el que se afirmaba que Coppola habría incurrido en conductas impropias durante el rodaje de la mencionada película. El artículo en cuestión mencionaba que el director, de 85 años, habría besado y abrazado a varias actrices en una escena de fiesta, lo que, según la demanda, constituye una acusación falsa y calumniosa.
El documento judicial presentado por Coppola sostiene que las afirmaciones publicadas por Variety son inexactas y que los responsables de la revista actuaron con negligencia al confiar en fuentes anónimas, que se consideran poco fiables. Se alega que la revista, al no verificar adecuadamente los hechos, incurrió en una «desconsideración temeraria» hacia la verdad, lo que ha causado un daño significativo a la reputación del demandante, así como una profunda angustia emocional.
Noticia Relacionada
En el texto de la demanda, Coppola afirma que el rodaje de Megalópolis fue el resultado de una colaboración con numerosos profesionales de la industria cinematográfica, desde actores principales hasta extras, y que en todo momento mostró respeto hacia todos los involucrados en la producción. Asimismo, la denuncia argumenta que los artículos publicados han tenido un efecto negativo en la percepción pública de Coppola y su obra, y que fueron elaborados con el objetivo de dañar su reputación de manera intencionada.
Además de los 15 millones de dólares en daños compensatorios que solicita el director, la demanda también contempla la posibilidad de reclamar una compensación adicional en concepto de daños punitivos y ejemplares, con el fin de disuadir futuras conductas similares.
Por su parte, Variety, a través de un portavoz, ha manifestado que la revista no realizará comentarios sobre litigios en curso, pero ha expresado su respaldo a los periodistas implicados en la investigación y publicación de los artículos.
“Ver cómo nuestros esfuerzos colectivos se ven empañados por informaciones falsas, imprudentes e irresponsables es devastador. No se debe permitir que ninguna publicación, especialmente un medio tradicional de la industria, utilice vídeos subrepticios y fuentes anónimas para obtener su propio beneficio económico”, señala el demandante.