El Departamento de Justicia de los Estados Unidos interpuso una demanda civil antimonopolio contra la empresa Visa Inc., bajo la acusación de infringir las disposiciones de las secciones 1 y 2 de la Ley Sherman. Dichas disposiciones prohíben las restricciones irrazonables al comercio, así como la creación o mantenimiento de monopolios ilegales. En su acusación, sostiene que Visa ha llevado a cabo prácticas comerciales que restringen la competencia en los mercados de redes de débito, lo que ha derivado en una monopolización de dichos mercados.
Señala que las condiciones contractuales impuestas por Visa limitan la posibilidad de que los comerciantes utilicen redes alternativas a la de Visa para procesar transacciones de débito. Según la demanda, estas prácticas contractuales exigen que los comerciantes canalicen la mayoría de las transacciones a través de las redes de Visa, lo que obstaculiza la entrada de competidores en el mercado y reduce la participación de otras redes en el procesamiento de pagos.
El Departamento también aduce que, debido a estas condiciones contractuales, la mayor parte de las transacciones de débito se realiza a través de la red de Visa, mientras que otras redes solo procesan una fracción menor de las mismas. Agrega que este esquema contractual impide una competencia efectiva en el mercado de pagos, afectando así a los actores que intentan participar en dicho mercado.
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En una conferencia de prensa, el Fiscal General de los Estados Unidos, Merrick B. Garland, señaló que las acciones de Visa tendrían un impacto amplio en el mercado de pagos, al limitar las opciones disponibles para comerciantes y consumidores.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que Visa enfrenta una demanda de este tipo. En el año 2020, el Departamento presentó una demanda con el objetivo de bloquear la fusión propuesta entre Visa y Plaid, una empresa tecnológica que ofrecía una alternativa más económica para los pagos de débito en línea. Alegó que dicha fusión eliminaría una opción competitiva en el mercado y aumentaría las barreras de entrada para otros competidores. Finalmente, ambas empresas desistieron del acuerdo tras la interposición de la demanda.
“Más del 60% de las transacciones de débito en los Estados Unidos se realizan en la red de débito de Visa, lo que le permite cobrar más de 7 mil millones de dólares en comisiones cada año por procesar esas transacciones. Visa mantiene ilegalmente su poder monopólico aislándose de la competencia. Por ejemplo, ejerce su dominio, su enorme escala y su centralidad en el ecosistema de débito para imponer una red de acuerdos de exclusión a los comerciantes y bancos. Estos acuerdos penalizan a los clientes de Visa que dirigen las transacciones a una red de débito diferente o a un sistema de pago alternativo”, señala la acusación.