Un juez del Estado de Nueva York en Estados Unidos desestimó la demanda que la fiscal general del Estado, Letitia James, interpuso contra la empresa PepsiCo. La acción legal, iniciada en noviembre del año pasado, acusaba a la compañía y su filial Frito-Lay de contribuir a la contaminación ambiental mediante el uso de envases de plástico de un solo uso.
La demanda alegaba que dichos productos generaban aproximadamente el 1% de los desechos plásticos encontrados en el río Buffalo y sus inmediaciones, lo que, a criterio de la fiscalía, ponía en riesgo el suministro de agua en la región.
La decisión adoptada por el juez determinó que la fiscalía no había demostrado suficientemente que PepsiCo hubiere causado una «molestia pública» con la producción y distribución de sus envases de plástico. En su análisis, el juez argumentó que no podía considerarse a PepsiCo responsable por el mal uso o la disposición incorrecta de sus envases, dado que estos actos son realizados por los consumidores en contravención de las leyes locales de residuos.
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El fallo del magistrado hizo referencia a un precedente judicial de 2003, en el que un tribunal de apelaciones rechazó la responsabilidad de la empresa Sturm Ruger por el uso criminal de sus armas. Según el juez, establecer la responsabilidad corporativa en este tipo de situaciones equivaldría a ignorar las doctrinas legales tradicionales sobre la atribución de culpa, lo que podría derivar en una sobrecarga del sistema judicial con demandas basadas en actos de terceros no controlables por las empresas.
PepsiCo, tras conocer el fallo, manifestó su conformidad con la decisión judicial y reiteró su intención de continuar trabajando en la reducción del uso de plásticos y en promover prácticas de reciclaje adecuadas. La empresa expresó que considera más efectivos los esfuerzos colaborativos con todas las partes involucradas para mitigar el impacto de los residuos plásticos.
Por otro lado, la oficina de la fiscal general informó su desacuerdo con la resolución judicial, comunicando que está evaluando posibles recursos o alternativas legales. A través de un portavoz, la fiscalía reafirmó su compromiso de abordar los problemas derivados de la contaminación plástica, que considera una amenaza significativa para la salud pública y el medio ambiente.
Este caso es uno entre varios que han surgido recientemente en diferentes jurisdicciones, donde agencias gubernamentales y organizaciones ambientales han presentado demandas contra empresas que utilizan plásticos de un solo uso. De hecho, un día después de la resolución del juez del caso, el condado de Los Ángeles interpuso una demanda similar contra PepsiCo y Coca-Cola, en la que se cuestiona el impacto ambiental de sus prácticas de envasado.