Las hijas de Malcolm X, ícono de los derechos civiles asesinado en 1965, interpusieron una demanda contra diversas autoridades y entidades gubernamentales. El libelo, presentado ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, busca establecer responsabilidades por la muerte del líder de derechos civiles y esclarecer posibles actos de encubrimiento que habrían perdurado durante décadas.
Malcolm X, cuyo nombre de nacimiento fue Malcolm Little, fue un destacado líder que abogó por los derechos de los afroamericanos y su empoderamiento. Su trabajo se centró en la denuncia de la injusticia racial, inicialmente desde su rol como ministro en la «Nación del Islam» y, posteriormente, de manera independiente tras separarse de dicha organización.
Fue asesinado el 21 de febrero de 1965 mientras daba un discurso en Nueva York. Aunque tres individuos fueron inicialmente condenados por su muerte, investigaciones recientes derivaron en la exoneración de dos de ellos en 2021, lo que reavivó el debate sobre las verdaderas circunstancias del homicidio y una presunta conspiración.
La demanda aduce que el asesinato de Malcolm X habría sido el resultado de un esfuerzo coordinado entre agencias gubernamentales, incluyendo el FBI, y entidades locales como el Departamento de Policía de Nueva York. Se alega que estos organismos habrían actuado bajo el marco del programa COINTELPRO, diseñado para vigilar y neutralizar a figuras y movimientos percibidos como amenazas al orden público. Según documentos desclasificados, COINTELPRO establecía entre sus objetivos evitar la consolidación de líderes influyentes dentro del movimiento nacionalista negro.
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Entre las pruebas aportadas en la denuncia se incluyen documentos del FBI que muestran la presencia de informantes y agentes federales en el lugar del asesinato, así como la carta de un exoficial de la policía de Nueva York que detalla cómo se habría diseñado un operativo para debilitar la seguridad de Malcolm X en el evento donde fue asesinado. La familia sostiene que estas acciones, junto con una presunta falta de protección, habrían facilitado su asesinato.
El proceso judicial ha sido iniciado por tres de las hijas de Malcolm X, quienes buscan reparación bajo leyes federales y estatales. Los cargos incluyen violaciones a derechos civiles, conspiración, ocultamiento de pruebas y muerte por negligencia. La familia solicita además una compensación de más de 100 millones de dólares por la pérdida de “apoyo y orientación parental”, alegando que la muerte de su progenitor, cuando aún eran niñas, constituyó una «interferencia injustificada en el desarrollo de sus vidas».
“Este caso trata sobre la relación corrupta, ilegal e inconstitucional entre las fuerzas del orden, incluidos los acusados en este caso, y asesinos despiadados que no se controlaron durante muchos años y que fue ocultada, tolerada, protegida y facilitada activamente por agentes gubernamentales, incluidos, entre otros, los acusados y sus agencias, lo que finalmente condujo al asesinato orquestado de Malcolm X”, señala la demanda.
“Como resultado directo de los actos y omisiones intencionales, de mala fe, deliberados, temerarios, imprudentes, irrazonables y/o deliberadamente indiferentes de los acusados, Malcolm X fue privado de sus derechos constitucionales federales, fue despojado de su vida y su libertad, y sufrió graves daños físicos, emocionales y monetarios, incluido el dolor y el sufrimiento físico conscientes”, concluye la acusación.