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La recesión democrática de América Latina, por Rafael Rodríguez.

El Informe nos recuerda que “América Latina nunca ha tenido democracias instaladas en todos los países de manera simultánea en esta “tercera ola”. Siempre hubo un país, al menos, con una dictadura instalada, desde Fujimori a Chávez. La recesión democrática que aquí describimos, por tanto, no se refiere a esas dictaduras sino más bien al declive y vulnerabilidad al que han llegado los países de la región después de una década de deterioro continuo y sistemático de la democracia”.

31 de diciembre de 2024

Es el título del Informe 2023 publicado por la Corporación Latinobarómetro, una entidad de derecho privado sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, que es la única responsable de los datos. La información se obtuvo a partir de 19.205 entrevistas cara a cara con muestras nacionales representativas de la población de cada país de la región, de todos los habitantes de 18 años y más que habitan en el respectivo territorio. Cabe apuntar que el estudio no se aplicó en Nicaragua en 2023, porque no existen las condiciones de seguridad para los encuestadores en la dictadura de Daniel Ortega, según lo expuesto en el referido Informe.

A continuación, vamos a resumir algunos de los puntos más importantes expuestos en el Informe sobre la recesión democrática de América Latina:

Las dictaduras

El Informe nos recuerda que “América Latina nunca ha tenido democracias instaladas en todos los países de manera simultánea en esta “tercera ola”. Siempre hubo un país, al menos, con una dictadura instalada, desde Fujimori a Chávez. La recesión democrática que aquí describimos, por tanto, no se refiere a esas dictaduras sino más bien al declive y vulnerabilidad al que han llegado los países de la región después de una década de deterioro continuo y sistemático de la democracia”.

Expresiones de la recesión democrática

Asimismo, el Informe señala que “la recesión se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos. La democracia en varios países se encuentra en estado crítico, mientras otros ya no tienen democracia”.

Los presidentes latinoamericanos

En esa línea, el Informe destaca que “la debilidad de las élites está simbolizada en los presidentes de la república: 21 presidentes condenados por corrupción, 20 presidentes que no terminan su mandato, presidentes que fuerzan su estadía en el poder rompiendo las reglas de reelección. Un tercio de los presidentes elegidos desde que se inicia la transición han transgredido las reglas de la democracia. Valen más los personalismos, que terminan opacando a los partidos políticos. Esta debilidad conduce a la atomización del sistema de partidos y se desploma su imagen y legitimidad”.

La insatisfacción democrática

Además, el Informe resalta “el colapso del desempeño de los gobiernos plasmado en la baja satisfacción con la democracia. La pandemia profundiza esta insatisfacción y por esa vía influye en la imagen de la democracia. No en vano hay 18 alternancias en el poder desde 2018. Las quejas por opciones, pluralidad y soluciones no se expresan verbalmente, pero sí lo hacen en el malestar hacia la política, el alejamiento de los partidos, el abstencionismo, el voto nulo y blanco, y la alternancia en el poder”.

Los populismos y autoritarismos

Por último, el Informe advierte -peligrosamente- que “la recesión de la democracia en tantos países deja a la región vulnerable y abierta a más populismo y regímenes no democráticos y retrasa el proceso de consolidación de las democracias”.

Datos preocupantes

Ahora bien, luego hacer este breve repaso a los hallazgos generales publicados en el Informe nos ocuparemos de dos temas importantes para la gobernabilidad y estabilidad política de la región:1) El apoyo a la democracia; y 2) Las actitudes no democráticas.

1. El apoyo a la democracia

Sobre el primer punto, en el Informe se examina el respaldo a la democracia en la región mediante el indicador de “Apoyo a la democracia”, que supone tres alternativas: la primera mide el “apoyo”, la segunda la “indiferencia” y la tercera el “autoritarismo”.

– Apoyo: “En 2023 solo el 48% apoya la democracia en la región, lo que significa una disminución de 15 puntos porcentuales desde el 63% de 2010. El autoritarismo se ha ido validando poco a poco, en la medida que no se le condena, ni se sabe bien cuál es el umbral donde un país deja de ser democrático. Mas aún, en el período aumentan aquellos a quienes les da lo mismo el tipo de régimen, lo que implica que un populismo o un autoritarismo les son indiferentes” [1] .

– Indiferencia: “Aquí se observan altibajos entre 1995 y 2010, con un mínimo de un 14% en 1997 y un máximo de un 22% en 2003. Al igual que con el indicador de “apoyo a la democracia”, a partir de 2010 comienza una tendencia persistente al aumento, desde un 16% en 2010 a un 28% en 2018 y 2023. Estos últimos son los puntos más altos, con un tercio de indiferencia al tipo de régimen político en América Latina” [2].

– Autoritarismo: “Desde el inicio de las transiciones de la “tercera ola” de democracias, América Latina mantuvo un contingente minoritario, pero estable, de ciudadanos que prefieren un régimen autoritario. Acá se observa un aumento significativo desde el 13% en 2020 al 17% en 2023. El 17% es un porcentaje que se presenta ocho veces entre 1995 y 2023; es más, el autoritarismo alcanza un 18% (1997 y 1998) y hasta un 19% (2001), su punto más alto. Con todo, hay un aumento de cuatro puntos porcentuales entre 2020 y 2023. Es decir, estamos frente a un contingente sustantivo y persistente de ciudadanos que prefieren el autoritarismo”[3] .

2. Las actitudes no democráticas

Sobre este segundo punto, en el Informe se examinan las actitudes no democráticas de los ciudadanos en la región sobre la base de tres afirmaciones:

– No me importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas: “Esta primera afirmación aborda el tema del poder que un ciudadano entrega a través del voto a un gobierno que pasa por encima de las leyes, aunque no es militar. Una actitud claramente populista-autoritaria. En los últimos veinte años, entre 2002 y 2023, este indicador aumentó en la región del 44% al 54%, con un ritmo pausado pero consistente, que consolidó esta opinión como mayoritaria en varios países. El primero de estos es Honduras, donde el 70% dice que no importa un gobierno no democrático. Eso deja a Honduras en una situación propicia para un populismo abierto”[4] .

– En caso de dificultades está bien que el presidente controle los medios de comunicación: “Esta segunda afirmación muestra al igual que el anterior un rasgo de populismo. La opinión favorable al control de los medios de comunicación ha aumentado en las últimos dos décadas en la región, desde un 30% en 2002 a un 36% en 2023, un crecimiento bastante inferior al que ha experimentado el indicador anterior. Con todo, es un tercio de la región”[5] .

– Actitudes hacia un gobierno militar: “El 61% de los latinoamericanos declara que “no apoyaría en ninguna circunstancia un gobierno militar”, lo que representa una disminución de cinco puntos porcentuales desde el 66% que alcanzaba en 2001. Asimismo, la demanda en América Latina por un gobierno militar ha crecido en el tiempo, aunque con altos y bajos, desde un 24% en 2004 a un 35% en 2023”[6] .

Las razones que explican la erosión democrática

Por último, en el Informe se concluye que los motivos que explican la recesión democrática de la región, expresada en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen y una preferencia por el autoritarismo, se puede sintetizar en tres dimensiones.

– “En primer término, las crisis económicas que influyen negativamente pero no de manera principal en el declive de la democracia. Las crisis económicas aumentan las desigualdades, el número de pobres y tensionan las demandas de la población que se vuelven totalmente inelásticas.

– En segundo término, se observa deficiencia de la democracia en producir los bienes políticos que demanda la población. Los principales bienes políticos son la igualdad ante la ley, la justicia, la dignidad y la justa distribución de la riqueza. La corrupción, los personalismos y el uso del poder para otras cosas que no sean el bien común contribuyen a minar el avance de la producción de bienes políticos.

– En tercer lugar, hay un desplome del desempeño de los gobiernos por su falta de capacidad para responder a las demandas de políticas públicas. Esto ha tenido como consecuencia las alternancias en el poder en todas las elecciones presidenciales menos una desde 2018”.

Finalmente, consideramos necesario advertir con preocupación -como también se hace en el Informe- que “la recesión de la democracia deja a la región vulnerable y más abierta al populismo y a regímenes no democráticos, y retrasa el proceso de consolidación de las democracias, cuyo camino se observa lleno de obstáculos”, y que la recesión democrática es “la desilusión de los ciudadanos con la democracia, que no está cumpliendo lo que decía el primer presidente de la transición en Argentina, Raúl Alfonsín: Con la democracia se come, se cura y se educa” .

 

[1] Informe, página 18.

[2]  Informe, página 22.

[3] Informe, página 23.

[4]Informe, página 41.

[5] Informe, página 42.

[6] Informe, página 42 y 43.

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