Chile se encuentra en una encrucijada educativa. Tras décadas de un modelo municipalizado que evidenció profundas desigualdades y falencias en la gestión, la Ley N° 21.040 que establece el Sistema de Educación Pública, impulsa la creación de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) como un intento de refundación. Esta ley, promulgada en 2017, busca mejorar la calidad y equidad de la educación pública a través de la transferencia de la administración de las escuelas desde los municipios a estos nuevos organismos. Sin embargo, el camino hacia la transformación es complejo y, en este recorrido, el fantasma de la municipalización se hace presente, recordándonos que las estructuras, por sí solas, no garantizan la superación de las problemáticas que arrastramos.
La descentralización educativa bajo la administración municipal, si bien buscaba acercar la gestión a las comunidades, terminó generando un sistema fragmentado, con profundas brechas entre comunas ricas y pobres. La falta de recursos, la inestabilidad política, el clientelismo y la burocracia excesiva se convirtieron en obstáculos insalvables para miles de estudiantes. Ejemplos como el déficit de infraestructura en escuelas de comunas rurales, los casos de corrupción en la administración de recursos en diversos municipios, y la precariedad laboral de muchos docentes y asistentes de la educación, son solo algunas de las huellas que dejó este modelo.
Con la creación de los SLEP, se buscaba superar estas deficiencias a través de una gestión descentralizada, pero con mayor autonomía, profesionalización y enfoque en la calidad educativa. Sin embargo, la transición no ha estado exenta de dificultades. El fantasma de la municipalización persiste en diversos ámbitos, y se agudiza con la burocracia que denuncian desde diversos sectores:
• Burocracia e ineficiencia: Lejos de simplificar la gestión, los SLEP han sido criticados por generar una «bestialidad burocrática» que dificulta el trabajo de los docentes y afecta la calidad de la educación. Se denuncia una excesiva centralización en la toma de decisiones, trabas administrativas para la implementación de proyectos y una falta de respuesta a las necesidades de las escuelas. (Fuente: La Izquierda Diario, «Crisis educacional: La bestialidad burocrática de los SLEP, el gobierno contra los profesores y el aprovechamiento de RN»)
• Problemas en la gestión de recursos humanos y despidos arbitrarios: Se han reportado casos de despidos arbitrarios, contrataciones irregulares y falta de transparencia en los procesos de selección de personal. Esto genera inestabilidad laboral y afecta la moral de los trabajadores de la educación. En el SLEP Colchagua, Leonardo Fuentes, enfrenta una investigación de Contraloría por el despido de 300 profesores y asistentes de la educación en un solo día. (Fuente: La Izquierda Diario)
• Falta de participación de las comunidades educativas: A pesar de que la Ley 21.040 promueve la participación de las comunidades en la gestión educativa, en la práctica se ha observado una falta de espacios reales de diálogo y toma de decisiones. Las comunidades sienten que sus voces no son escuchadas y que las políticas se imponen desde el nivel central, sin considerar las necesidades y particularidades de cada territorio.
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• Déficit de infraestructura y equipamiento: En varios SLEP, persisten problemas de infraestructura y falta de equipamiento adecuado, lo que afecta las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
o En el SLEP Puerto Cordillera, dos colegios de la región de Coquimbo sufrieron cortes de energía eléctrica por falta de pago, lo que obligó a suspender las clases y desencadenó un paro comunal de 60 días por otras deficiencias en la infraestructura. (Fuente: La Izquierda Diario)
o En el SLEP Huasco, las comunidades denuncian una infraestructura deplorable y una crisis en las carreras técnico-profesionales por falta de equipamiento. (Fuente: La Izquierda Diario)
o En el SLEP Costa Araucanía, estudiantes y apoderados se movilizaron por la falta de calefacción, baños en mal estado y dificultades con el transporte escolar. (Fuente: La Izquierda Diario)
• Malas prácticas administrativas y deudas previsionales: Algunos SLEP han heredado malas prácticas administrativas de las municipalidades, como el no pago de cotizaciones previsionales. En el SLEP Barrancas, el traspaso en 2018 provocó una grave situación de desconocimiento de deudas previsionales de los municipios de Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado. (Fuente: La Izquierda Diario)
• Incremento del gasto sin justificación y falta de supervisión: Un informe de Contraloría reveló que los SLEP en promedio incrementaron un 52,8% sus gastos de 2022 a 2023, sin justificación. También se detectó falta de supervisión en el traspaso de establecimientos e inexistencia de revisiones a la implementación de los SLEP. Esta situación se observa en los SLEP Licancabur, Iquique, Punilla Cordillera, Maule Costa, Magallanes y Aysén. (Fuente: La Izquierda Diario)
• Altos sueldos de directivos: Se critica que los altos sueldos de los directivos de los SLEP, nombrados por autoridades ligadas a partidos políticos, no se corresponden con la realidad de la educación pública. Se menciona el caso del director ejecutivo del SLEP de Atacama, cuya remuneración en septiembre alcanzó los $8.611.210. (Fuente: La Izquierda Diario)
Añadiendo la perspectiva de CIPER Chile:
Como se menciona en CIPER Chile («Crisis educativa en Atacama: transformación que se duerme, se la lleva la corriente»), la crisis del SLEP Atacama puede servir como «modelo piloto» para analizar las fallas en la provisión de la educación pública. Los investigadores académicos Daniel A. Díaz Vera y Francisca Álvarez-Figueroa advierten sobre la complejidad del problema y la necesidad de un enfoque sistémico y participativo que equilibre la autonomía local, la supervisión nacional, la transparencia en la gestión y la mejora constante de las condiciones laborales y de estudio. (Fuente: CIPER Chile)
Es crucial considerar la solicitud de la Asociación Chilena de Municipalidades de congelar el proceso de desmunicipalización para evaluar los resultados y realizar las correcciones necesarias, o incluso buscar un sistema alternativo si la implementación de los SLEP no da buenos resultados. (Fuente: CIPER Chile)
Propuestas para mejorar la implementación de los SLEP:
A pesar de este panorama, no podemos caer en la resignación. Los SLEP representan una oportunidad histórica para construir un nuevo modelo de gestión educativa, más justo, equitativo y eficiente. Para ello, se requiere un análisis crítico y una acción decidida que aborde los desafíos pendientes:
• Fortalecer las capacidades de gestión de los SLEP: Invertir en la formación de los equipos directivos, dotarlos de herramientas de gestión modernas y eficientes, y promover la transparencia y la rendición de cuentas.
• Promover la participación real de las comunidades educativas: Los SLEP deben ser espacios de diálogo y colaboración, donde las voces de los estudiantes, padres, madres y apoderados sean escuchadas y consideradas en la toma de decisiones.
• Resolver las problemáticas heredadas de la municipalización: Implementar un plan de acción para abordar las deudas, el déficit de infraestructura y las malas prácticas administrativas que aún persisten en algunos SLEP. Esto puede incluir la creación de un fondo especial para el pago de deudas heredadas, un programa de inversión en infraestructura y la implementación de mecanismos de control y auditoría más rigurosos.
• Avanzar hacia una mayor autonomía y descentralización: Los SLEP deben tener la capacidad de responder a las necesidades y particularidades de sus territorios, con flexibilidad y capacidad de adaptación. Esto implica otorgarles mayor libertad en la toma de decisiones, en la gestión de recursos y en la definición de sus proyectos educativos.
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• Incorporar un ente interventor independiente: Considero fundamental que, para asegurar la transparencia y eficiencia en el proceso de traspaso de la administración municipal a los SLEP, se incorpore un ente interventor independiente, ya sea una persona natural o jurídica, con experiencia en auditoría y gestión pública. Este ente tendría la función de validar las operaciones claves del traspaso, como el inventario de bienes, la revisión de contratos y el análisis de las deudas municipales. Esto permitiría generar mayor confianza en el proceso y prevenir posibles irregularidades.
• Simplificar la burocracia: Es urgente revisar los procesos administrativos de los SLEP y eliminar las trabas burocráticas que dificultan la labor de los docentes y afectan la calidad de la educación. Se debe avanzar hacia una gestión más ágil, eficiente y centrada en las necesidades de las escuelas y los estudiantes.
En conclusión, la implementación de los SLEP es un proceso complejo que requiere tiempo, esfuerzo y compromiso de todos los actores involucrados. No podemos esperar resultados inmediatos ni soluciones mágicas, pero con una mirada crítica y constructiva, podemos avanzar hacia un sistema educativo público de calidad, que garantice el derecho a la educación de todos los niños, niñas y jóvenes de Chile.
No permitamos que el fantasma de la municipalización nos condene a repetir los errores del pasado. Construyamos juntos un futuro educativo donde la equidad, la calidad y la participación sean los pilares fundamentales.
Fernando Pérez Tapia es Doctor Honoris Causa (Dr.h.c). Magister en Administración de Empresas (MBA), Contador Auditor esp. En Investigación de Delitos Económicos, Licenciado (c) en Educación, Máster en Compliance Officer, Experto en Auditoria Forense y Compliance, Perito Judicial, Autor Libro de Auditoria Forense, Docente y Conferencista Internacional.