Los Juzgados de Familia o Tribunales de Familia son órganos jurisdiccionales que forman parte del sistema chileno y tienen la competencia de los conflictos que se promuevan entre personas en materia de derecho de familia, es decir el conjunto de normas e instituciones jurídicas que las relaciones personales y patrimoniales de los miembros que integran la familia, entre si o respecto de terceros.
Fueron creados en 2004 a través de la publicación de la Ley N°19.968, con el objetivo de otorgar una administración de justicia especializada y entregar solución a conflictos jurídicos de naturaleza familiar.
Los objetivos específicos que se tuvieron en cuenta para su creación fueron los siguientes:
1) Concentrar en una jurisdicción única y especializada los asuntos de familia.
2) Proporcionar a las partes instancias adecuadas para llegar a soluciones cooperativas. Promover soluciones pacíficas y consensuadas.
3) Abordar los conflictos familiares en su integridad, considerando los múltiples aspectos involucrados. Para ello el juez cuenta con asesoría especializada de un consejo técnico.
4) Garantizar que el juez tenga un conocimiento directo e inmediato de los asuntos que conoce. Procedimientos orales, flexibles, y concentrados.
5) Otorgar mayor rapidez y eficiencia a la justicia de familia.
6) Mejorar el acceso y aumentar la oferta de justicia.
Son Tribunales unipersonales, que cuentan con un consejo técnico, que funciona como órgano consultivo y de ayuda profesional, integrado por personas de diversas profesiones ligadas al auxilio de la familia.