La CIDH insta a los distintos actores políticos de Venezuela a que inicien un “diálogo serio, amplio e inclusivo para la urgente reconstrucción de la institucionalidad democrática con miras a la garantía de los derechos humanos en ese país”.
La Comisión valora positivamente que en el mes de agosto se hayan realizado mesas de dialogo moderadas por Noruega, entre agentes del gobierno de Maduro y la Plataforma Unitaria de Venezuela –la fuerza de oposición– en la Ciudad de México.
La CIDH observa que la institucionalidad democrática en Venezuela se encuentra atravesando una profunda crisis a causa de la “injerencia del Poder Ejecutivo en los otros poderes públicos”, y que ha derivado en “la ausencia del Estado de derecho”. Expresa que, en este marco, se han cometido graves violaciones de derechos humanos contra las personas disidentes al gobierno de Maduro. Ello, puntualiza, ha provocado la migración forzada de millones de venezolanos.
En virtud de lo anterior, la Comisión resalta la necesidad de “procesos de diálogo dirigidos a reestablecer la institucionalidad democrática, promoviendo la real, efectiva y práctica independencia de los poderes públicos y la consolidación de un sistema de pesos y contrapesos”. En el mismo sentido, destaca la importancia de que se adopten las medidas para que las personas que participen de estos diálogos no sean víctimas de represalias.
Finalmente, expresa su compromiso con evaluar y visibilizar la sensible situación de derechos humanos en Venezuela y de otorgar asistencia y seguimiento respecto de los procesos dialógicos.
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