La moción, patrocinada por las Diputadas Chiara Barchiesi, Flor Weisse y Paula Labra, busca declarar el 18 de octubre como el Día Nacional contra el Vandalismo y la Violencia Social como forma de manifestación.
Argumentan que el 18 de octubre del año 2019 en Chile se dio inicio a una serie de protestas masivas que se tradujeron en constantes disturbios y actos delictuales, en una violencia descontrolada que se vivió día a día, que atemorizó a la población y generó una desestabilización del orden público y la afectación a garantías constitucionales de todos los chilenos.
Como consecuencia de la destrucción desatada de locales comerciales y oficinas públicas, daños al transporte público, saqueos a supermercados, quema de Iglesias, entre otros, afirman que a corto y largo plazo aumentó el desempleo y la sensación de inseguridad en la gran mayoría de la población.
Refieren que los saqueos e incendios de supermercados también fueron perjudiciales para el abastecimiento de las necesidades básicas de los chilenos, y la destrucción de oficinas públicas impidió que los servicios nacionales funcionaran adecuadamente para satisfacer los requerimientos de los ciudadanos.
Sostienen que las peores consecuencias las sufrieron los sectores periféricos a lo largo de Chile, donde existían supermercados que fueron incendiados quedando completamente fuera de servicio, o donde el transporte público fue totalmente destruido por delincuentes, impidiendo el desplazamiento a los lugares de trabajo, a centros asistenciales y otros servicios.
Manifiestan que el método adoptado en las protestas significó vulneraciones graves a los derechos de las personas, como, por ejemplo, a la libre circulación que se vio obstaculizada de manera violenta e intimidatoria con el denominado “el que baila pasa”.
Observan que la masiva violencia en las principales ciudades del país obligó a los efectivos policiales a concentrarse en dichos sectores, lo que provocó el abandono de los vecinos de zonas periféricas que debieron defenderse con sus propias manos de la delincuencia que los atacaba.
Agregan que la odiosidad se apoderó del país, transformándose en la única vía de comunicación de la sociedad civil dejando en el olvido las supuestas reivindicaciones que se pretendían alcanzar.
Refieren que una encuesta realizada durante el año 2020 por el centro de estudios “Espacio Público”, reveló que el 71% de la población afirmó que la violencia es negativa para las manifestaciones sociales.
Aun cuando el Estallido Social dio paso a un plebiscito para redactar una nueva Constitución, afirman que no se puede permitir que aquellos importantes cambios provengan del temor de salir a la calle, pues cada año se conmemora el 18 de octubre con la misma violencia que caracterizó a ese día desde el 2019, lo cual es un claro indicador de que dicha fecha se vincula directamente con el vandalismo y el quebrantamiento del orden público y social en nuestro país.
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No obstante, aclaran, durante el desarrollo de estos hechos no todos los sectores políticos condenaron la violencia con la fuerza y transversalidad que se requiere, legitimando el vandalismo como medio de manifestación.
Es por ello que plantean declarar el 18 de octubre como el Día Nacional contra el Vandalismo, para que dicha jornada sirva de recordatorio de que la delincuencia y la odiosidad no pueden ser legitimados como medios de acción política para lograr cambios y que la delincuencia debe ser condenada en todas sus formas y por todos los actores del mundo político para resguardar los valores democráticos.
El proyecto de ley, de artículo único, es el siguiente:
Artículo único.- “Declárase el 18 de octubre de cada año como el día nacional contra el vandalismo y la violencia social como forma de manifestación.”
El proyecto de ley se encuentra en su primer trámite constitucional en la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Vea moción y siga la tramitación del Boletín Nº16376-24.