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Niñez y Adolescencia.

Salud mental y acceso a la vivienda destacan como los aspectos más críticos en diagnóstico sobre la situación de los derechos de la niñez y adolescencia en Chile elaborado por la Defensoría de la Niñez.

El organismo alertó que los sistemas públicos encargados de las políticas públicas de niñez y adolescencia están frente a un escenario de alta complejidad, en medio de un proceso de reforma importante a partir de la implementación del Sistema de Garantías y Protección Integral de Derechos de la Niñez y Adolescencia.

11 de mayo de 2024

La Defensoría de la Niñez presentó el “Diagnóstico sobre la situación de derechos de la niñez y adolescencia 2024 en Chile”, una recopilación, sistematización y análisis de los antecedentes recogidos por el Observatorio de Derechos de la institución durante el último año, a partir del seguimiento de diversos indicadores de derechos humanos y a diferentes ámbitos del actuar del Estado.

Dicho diagnóstico, organizado según una categorización por ejes de derechos, identifica desafíos y brechas en relación con este grupo de la población, que se estima es el 22% del total del país. Los resultados de este trabajo, señala la institución, les permiten orientar y guiar sus acciones, en su rol de supervigilancia del Estado.

En un contexto general, el trabajo de la Defensoría de la Niñez da cuenta de diversos patrones en común en la afectación de todos los derechos, como, por ejemplo, las restricciones de movimiento y otros derivados de la pandemia por COVID–19, así como la crisis de movilidad humana, entre otras.

Respecto de cada eje de derecho, en la categoría salud se destaca que uno de los aspectos más afectados es la salud mental de los niños, niñas y adolescentes, cuyos indicadores alertan un deterioro importante en esta arista, especialmente en la adolescencia.

El Defensor de la Niñez, Anuar Quesille indicó que “vemos un importante efecto en temas como la salud mental y el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, donde resulta altamente preocupante la magnitud de problemas de salud mental, sobre todo en la adolescencia, la cual justamente tiene una afectación de diversos indicadores relativos a su desarrollo y bienestar en diferentes dimensiones”.

En este sentido, existe un aumento identificado por la Encuesta Nacional de Juventudes del INJUV, de la proporción de adolescentes que siempre o casi siempre tienen pensamientos suicidas. Asimismo, se ha identificado una serie de afectaciones en materia de bienestar socioemocional en los adolescentes, por ejemplo, en dificultades para dormir y un aumento en la proporción de adolescentes que siempre o casi siempre sienten que no pueden superar sus problemas.

En el mismo tema, respecto a los niños, niñas y adolescentes que viven en residencias, el diagnóstico muestra que un 38% opina que cuando han tenido la necesidad no han podido ir siempre al psicólogo(a) y el 43% opina lo mismo respecto al psiquiatra. Esto, sumado a la opinión generalizada de que la salud mental es un derecho, una urgencia y una prioridad, además de relacionarla como una de las causas más importantes de la violencia o los malos tratos entre pares.

También en el ámbito de la salud, destaca el preocupante aumento que registra la tasa de casos de interrupción del embarazo en niñas y adolescentes en virtud de la causal de violación, obtenidas desde datos del Ministerio de Salud, las cuales solo entre 2022 y 2023 aumentaron un 83%.

Respecto del nivel de violencia que viven hoy los niños, niñas y adolescentes, el informe releva que, de 2019 a 2023 aumentaron en un 38% las denuncias por convivencia escolar hacia la Superintendencia de Educación. Asimismo, entre 2019 y 2022 aumentó en un 26% el total de casos policiales en establecimientos educacionales. Por su parte, las expulsiones de estudiantes aumentaron en un 70,6% entre los primeros semestres de 2022 y 2023.

En el ámbito de vivienda, el documento de la Defensoría de la Niñez muestra que en el país se presenta un aumento de los problemas de acceso a la vivienda, desalojos forzados y seguridad jurídica de la tenencia. Un reflejo de aquello es el aumento de un 45% en la tasa de niños, niñas y adolescentes que viven en campamentos, entre 2019 y 2022, que se manifiesta en mayor medida en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Valparaíso y Metropolitana.

A 2024, se han identificado 341 campamentos adicionales por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, lo que podría prever un aumento de niños, niñas y adolescentes viviendo en esta situación crítica.  A esto se suma una arista que claramente impacta en este derecho: las emergencias y desastres, como los incendios forestales en las regiones del centro y sur del país, especialmente los que alcanzaron zonas urbanas en la región de Valparaíso.

El documento completo de este “Diagnóstico sobre la situación de derechos de la niñez y adolescencia 2024” también aborda temáticas como violencia hacia la niñez y adolescencia, salud sexual y reproductiva, medio ambiente sano, pobreza y desigualdad, trayectorias educativas, esparcimiento y entorno, apoyo y cuidados, cuidado alternativo, discriminación, identidad y movilidad humana, acceso a internet e información, derecho a ser escuchados/as, transversalización del enfoque de derechos, implementación del Sistema de Garantías, entre muchas otras. Además, en cada apartado se delinean desafíos y proyecciones, para terminar con un análisis de los desafíos transversales.

 

Vea Diagnóstico sobre la situación de derechos de la niñez y adolescencia 2024.

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