El Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Sexto Circuito desestimó una impugnación contra la Ley de Entretenimiento para Adultos (AEA) de Tennessee, revocando así la decisión de un tribunal de instancia que había impedido la plena vigencia de dicha ley. El Tribunal determinó que el demandante, Friends of George’s (FOG), no poseía legitimidad procesal para cuestionar la constitucionalidad de la ley.
En la opinión mayoritaria, el Tribunal explicó que para establecer la legitimidad, un demandante debe demostrar un perjuicio atribuible a la conducta impugnada del demandado y que sea probable que se repare con la solución solicitada. El tribunal concluyó que FOG no pudo demostrar que sus espectáculos de drag eran del tipo prohibido por la AEA, los cuales deben carecer de valor literario, artístico, político o científico para un menor razonable de 17 años.
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La AEA prohíbe la presentación de “entretenimiento de cabaret para adultos” en público o en presencia de menores. Esta categoría incluye espectáculos que presentan imitadores masculinos o femeninos, entre otros, y que se consideran perjudiciales para menores. La interpretación de la frase “perjudicial para menores” por la corte suprema del estado limita esta definición a materiales sin valor serio para menores de 17 años.
FOG describió sus espectáculos como una forma de arte comparable al teatro clásico, con el objetivo de mantener un contenido de tipo PG-13. Sin embargo, el tribunal determinó que FOG no había demostrado que sus espectáculos fueran orientados a adultos y que carecieran de valor serio para un joven razonable de 17 años. Por consiguiente, el tribunal falló que el demandante no podía fundamentar su argumento en la posible mala interpretación de la ley por parte de las fuerzas del orden.
El fallo del tribunal de distrito anterior había sostenido que la AEA violaba la Primera Enmienda por ser inconstitucionalmente vaga, y por lo tanto había impedido su aplicación en el condado de Shelby. No obstante, la reciente decisión del tribunal de apelaciones permite que la ley entre en pleno vigor, estableciendo que la normativa de Tennessee sobre “perjudicial para menores” es constitucionalmente válida y que el estado puede prohibir la exhibición de material obsceno a los menores.