El Gobierno de Polonia dictó nuevas directrices sobre el acceso al aborto legal hasta la semana 12 de gestación. Estas directrices, presentadas por el Primer Ministro Donald Tusk, la Ministra de Salud y el Ministro de Justicia del país, están dirigidas a fiscales y hospitales con el objetivo de aclarar la interpretación y aplicación de las disposiciones vigentes sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
A pesar de los desafíos políticos para lograr una mayoría parlamentaria que aprobara una ley más amplia, se decidió implementar estos lineamientos para asegurar que las mujeres puedan acceder a un aborto legal en las circunstancias permitidas por la ley.
De acuerdo con las nuevas directrices, la ley polaca permite la interrupción del embarazo en caso de que la vida o la salud de la mujer se vean comprometidas. En este sentido, el concepto de «salud» es interpretado de manera general, lo que incluye tanto la salud física como mental. Esto implica que un certificado médico expedido por un psiquiatra, en el que se determine que la salud mental de la mujer está en riesgo, constituye una razón legal válida para acceder al procedimiento de aborto.
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El Primer Ministro afirmó que estas directrices están diseñadas para modificar la forma en que se aplica la normativa vigente, a fin de garantizar que las mujeres que cumplan con los criterios establecidos puedan acceder a un aborto dentro de los marcos legales. Por su parte, la Ministra de Salud subrayó que, además de proteger la salud y seguridad de las mujeres, las directrices también proporcionan protección jurídica a los profesionales médicos involucrados en estos procedimientos, al clarificar las circunstancias en las que se puede proceder legalmente con la interrupción del embarazo.
Actualmente, la legislación en Polonia permite el aborto únicamente en dos supuestos: cuando el embarazo supone una amenaza para la vida o la salud de la mujer, y cuando el embarazo es producto de una violación. Las nuevas directrices buscan especificar que la «amenaza para la salud» puede referirse tanto a la salud física como mental, otorgando una mayor claridad en la interpretación de esta disposición.
Este cambio se produce en un contexto de observaciones realizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en recientes informes acusó a Polonia de restringir el acceso al aborto en contravención de los derechos de las mujeres. Entre los puntos señalados por la ONU se mencionan la falta de protocolos oficiales para el personal médico, la insuficiente capacitación en la gestión del aborto, y la dificultad para acceder a la interrupción del embarazo cuando está en riesgo la salud mental de la mujer.