El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió una advertencia sobre el incremento de la violencia relacionada con pandillas y el deterioro de la situación de los derechos humanos en Haití. En este contexto, instó a las partes nacionales involucradas, así como a las autoridades gubernamentales, a adoptar medidas inmediatas y concretas para hacer frente a la situación.
Un informe preliminar, presentado durante el 57º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, detalla un aumento significativo de la violencia vinculada a pandillas en 2024. Este fenómeno ha llevado a que organizaciones criminales expandan su control sobre sectores clave de Puerto Príncipe, capital del país, y otras regiones. Entre enero y junio de 2024, se reportó el asesinato de al menos 2.652 personas, de las cuales 52 eran menores de edad.
Asimismo, 1.280 personas resultaron heridas y 900 fueron secuestradas, lo que refleja la intensidad de la violencia sistemática. Estos abusos de derechos humanos se han concentrado, en mayor medida, en el Departamento Oeste y en la región de Artibonite. Entre los incidentes más destacados, a principios de este año, se registró el asesinato de tres miembros de la organización estadounidense Missions in Haiti a manos de una pandilla.
La capacidad de respuesta de las instituciones estatales en Haití se ha visto comprometida. La aplicación de la ley ha colapsado, lo que ha permitido que las pandillas operen sin mayores impedimentos. Estas organizaciones han perpetrado ataques contra instituciones públicas, estaciones policiales y centros penitenciarios.
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En marzo de 2024, más de 4.600 detenidos escaparon durante asaltos coordinados por pandillas en las cárceles de Puerto Príncipe, lo que facilitó la reincorporación de varios individuos a redes criminales. La inoperancia del sistema judicial agrava la situación, ya que los tribunales y fiscalías no han podido funcionar de manera regular debido a la persistente violencia e inseguridad.
El aumento de la violencia ha generado una crisis humanitaria significativa. Para mediados de 2024, se estima que más de 580.000 personas han sido desplazadas, muchas de ellas menores de edad, debido a que las zonas bajo control de las pandillas se han vuelto inhabitables. Esta crisis ha derivado en una situación de inseguridad alimentaria severa, que afecta a aproximadamente 1.6 millones de haitianos. Factores como la interrupción de la producción agrícola y la pérdida de más de 3.000 hectáreas de tierras de cultivo, resultado de actividades de extorsión y robo, han exacerbado la situación.
La comunidad internacional ha sido reiteradamente llamada a cumplir con sus obligaciones derivadas del Derecho Internacional Humanitario. En este sentido, las Naciones Unidas han instado a un incremento en la asistencia humanitaria y en la protección de la población haitiana, que se encuentra en una situación de vulnerabilidad. A pesar del embargo de armas establecido por las Naciones Unidas, el tráfico ilícito de armamento hacia Haití continúa, lo que favorece la violencia de las pandillas y dificulta los esfuerzos orientados a restablecer el orden en el país.