En 2023, Louis Jung Jr., recluso con diabetes tipo 1, falleció por cetoacidosis diabética en el Centro Correccional Curran-Fromhold de Filadelfia, Pensilvania. En respuesta, sus hijos interpusieron una demanda federal contra varias autoridades, incluido el Comisionado de Prisiones de la ciudad. Los demandantes sostienen que la falta de administración de insulina y la presunta carencia de cuidados médicos contribuyeron de forma decisiva a la muerte de su padre, la cual, según afirman, pudo haberse evitado.
La demanda se fundamenta en el derecho constitucional y la legislación federal de protección de los derechos civiles. Específicamente, los actores citan el 42 USC § 1983, que regula las acciones civiles por privación de derechos, y el 42 USC § 12131, que define la condición de persona calificada con una discapacidad.
También invocan el 29 USC § 701, relacionado con los derechos de las personas con discapacidades en Estados Unidos, y la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, que establece la prohibición de privar a cualquier persona de la vida sin el debido proceso. Además, hacen valer disposiciones de la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 y el Título II de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA), que impiden la discriminación en los servicios proporcionados por el gobierno estatal y local.
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Según la denuncia, la ciudad de Filadelfia es la responsable de proporcionar servicios médicos a los reclusos bajo custodia del Departamento de Prisiones local, incluidos aquellos con enfermedades crónicas, como la diabetes. Se alega que, durante su encarcelamiento, desde diciembre de 2021, Louis Jung Jr. no habría recibido un plan de atención adecuado para el manejo de su condición médica.
La demanda describe presuntas omisiones, como la falta de monitoreo de niveles de glucosa en sangre y retrasos en la atención de emergencia, así como su confinamiento en una celda sin acceso oportuno a cuidados médicos o a su tratamiento de insulina, lo que derivó en el cuadro fatal de cetoacidosis.
La demanda presentada señala que otros dos reclusos bajo la custodia del Departamento de Prisiones de Filadelfia fallecieron en 2014 y 2021 por cetoacidosis diabética, resaltando un historial previo de eventos similares. La diabetes tipo 1 afecta a más de 2 millones de personas en los Estados Unidos, y es una enfermedad cuyo manejo requiere administración continua de insulina para evitar complicaciones graves.
La Asociación Estadounidense de Diabetes establece estándares médicos específicos para el manejo de esta condición, que incluye la monitorización y administración oportuna de tratamientos como la insulina, elementos que son críticos en entornos penitenciarios debido a la dependencia de los internos en los servicios médicos provistos.