La Corte Suprema de la India dictaminó que el derecho a vivir en un entorno libre de contaminación constituye un derecho fundamental de todos los ciudadanos, conforme al artículo 21 de la Constitución nacional. Dicho artículo garantiza los derechos a la vida y a la libertad personal, indicando que nadie podrá ser privado de estos salvo en los casos previstos.
En su sentencia, la Corte destacó la relevancia constitucional de los derechos amparados por el artículo 21 y subrayó la necesidad de aplicar con mayor rigor las disposiciones legales ambientales, particularmente ante los casos de quema de rastrojos que contribuyen a la contaminación.
La orden judicial solicita la colaboración de los gobiernos estatales y federales en el cumplimiento de las leyes ambientales, haciendo hincapié en la aplicación efectiva de sanciones y en la implementación de medidas específicas para combatir la contaminación del aire en Delhi (India) y en sus áreas aledañas.
El pronunciamiento señala que el Gobierno de la India y los gobiernos estatales deben tomar medidas proactivas para garantizar el derecho fundamental de los ciudadanos a vivir en un entorno libre de contaminación, conforme a los términos de la Constitución. Además, la Corte calificó la quema de rastrojos y la contaminación ambiental como prácticas que vulneran los derechos consagrados en el artículo 21, instalando a los gobiernos a adoptar políticas para proteger dichos derechos.
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Este fallo se enmarca en el contexto de principios internacionales sobre derechos humanos y medioambiente, tales como los establecidos por el Comité de Derechos Humanos y la Asamblea General de las Naciones Unidas, que promueven el deber de los Estados de aplicar efectivamente sus regulaciones ambientales y de ofrecer recursos legales ante las violaciones de derechos humanos y normativas ambientales nacionales.
La contaminación del aire en Delhi se agrava cada año en las semanas previas al invierno, debido a la combinación de contaminantes generados por vehículos, industrias, actividades de construcción y la quema de residuos agrícolas. Este último factor es de especial relevancia en los estados de Punjab y Haryana, donde los agricultores, para agilizar la preparación de sus campos, queman rastrojos tras la cosecha.
De acuerdo con la agencia SAFAR de monitoreo de calidad del aire, esta práctica contribuye a un 30-40% de la contaminación estacional en Delhi durante los meses de octubre y noviembre. Aunque existen directrices judiciales para reducir la quema de rastrojos, la implementación ha sido limitada debido a la capacidad de control y la reticencia de algunos agricultores frente a las sanciones.
“Ha llegado el momento de recordar al Gobierno de la India y a los gobiernos estatales que todo ciudadano tiene el derecho fundamental, en virtud del artículo 21 de la Constitución de la India, de vivir en un entorno libre de contaminación. La quema de rastrojos provoca una enorme contaminación del aire. No se trata sólo de cuestiones de aplicación de las leyes existentes, sino de una flagrante violación de los derechos fundamentales garantizados en el artículo 21 de la Constitución”, señala el fallo.
“No se trata sólo de aplicar las órdenes de la Comisión y de tomar medidas en caso de infracción de la ley; los gobiernos tendrán que abordar la cuestión de cómo protegerán el derecho de los ciudadanos a vivir con dignidad y en un medio ambiente libre de contaminación. Por tanto, ya es hora de que los gobiernos y las autoridades tomen nota de que este litigio no es un litigio contencioso y que sólo tiene por objeto garantizar que se cumplan estrictamente las leyes relativas al medio ambiente, de modo que se protejan los derechos constitucionales de los ciudadanos”, concluye el texto.