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Opinión.

Caso español: Un año de prisión a Papá Noel por intentar tener sexo con una menor por 100 euros, por Bárbara Hermida.

El acusado, vestido de Papá Noel, aprovechó las celebraciones navideñas para intentar convencer a una menor de ejercer la prostitución.

23 de diciembre de 2024

El disfraz de Papá Noel no es suficiente para hacer «desaparecer» las consecuencias de los actos de un hombre, acusado de prostitución y corrupción de menores. Así lo confirmaba la Audiencia Provincial de Guadalajara, que condenaba al hombre a un año de prisión por una «fiesta navideña» en la noche de Nochebuena con consecuencias más allá de la resaca.

Las fiestas navideñas son un momento de reunión y celebración, tanto con la familia, como con los amigos. Sin embargo, estas fechas tan señaladas provocan, en más de una ocasión, momentos y consecuencias difíciles de borrar con la llegada del Año Nuevo. Ni siquiera, contando con la vestimenta de Papá Noel.

Esto es lo que le sucedía a Felipe (nombre ficticio). Un hombre que, en la Nochebuena del 2022, disfrazado del famoso anciano del Polo Norte, acudía a su bar de confianza para la celebración de la fiesta navideña. Un evento en el que el hombre no dudaba en hacerse diversas fotografías con los clientes que allí se encontraban.

Misma celebración en la que el hombre no dudaba en acercarse a la hija menor de los propietarios del establecimiento, Tatiana. «Con pleno conocimiento de que la persona a la que se dirigía era menor de 18 años, propuso a Tatiana llevar a cabo actividades de naturaleza sexual a cambio de dinero», describe ahora la sentencia de la Audiencia Provincial de Guadalajara.

«Tengo unos amigos que, por pasar un buen rato, te darían 100 euros», propuso el hombre a la joven menor de edad. Una propuesta que no sólo era de cara a la joven, sino también a otras amigas «del colegio que estuvieran interesadas».

Un año de prisión para Papá Noel

Actitud que, meses después, el hombre continuó. Algo que provocó que la chica, asustada, acudiera a su hermano mayor, poniéndole el conocimiento de los hechos que, ahora, han llegado a los tribunales.

«El hermano mayor, a través del teléfono de su hermana, entabló una conversación de WhatsApp con el acusado el día 13 de febrero, para corroborar las manifestaciones de su hermana». Una trampa en la que Felipe caía, sin sospechar de la identidad de su interlocutor.

«El acusado, con idéntico ánimo, no cesando en su empeño de concertar un encuentro con Tatiana para la práctica de actos sexuales a cambio de dinero, y en la creencia de que conversaba con ella, le dijo: pues son 100 euros y estás un rato. Es muy fácil». Insistencia que volvió a repetirse pocos días después.

Actos que el Juzgado de Instrucción nº3 de Guadalajara tramitaba como diligencias previas, recayendo poco después ante la Audiencia Provincial.

Tribunal que, bajo la ponencia de la magistrada María Rocío Montes Rosado, en su sentencia 22/2024, no dudaba en condenar al falso Papá Noel a un año de prisión, e inhabilitación especial, por los hechos relatados. Ello, entendiendo a Felipe como «autor responsable de un delito de prostitución y corrupción de menores». Una condena que venía acompañada de inhabilitación especial durante dos años, para trabajar con menores, así como la prohibición de aproximarse a Tatiana o a sus lugares frecuentados durante el mismo periodo.

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