La frase «Es la economía, estúpido» ayudó a Bill Clinton a ganar la presidencia de Estados Unidos frente a Bush padre. Este eslogan ha perdurado a lo largo del tiempo y en diferentes contextos políticos, demostrando su relevancia en elecciones presidenciales recientes en todo el mundo.
En Argentina, Italia, El Salvador y ahora Estados Unidos, los candidatos vencedores tienen en común temas como el crecimiento económico, el fortalecimiento de la seguridad y la reducción del aparato burocrático, mientras que los perdedores se centraban en temas como el aborto, las políticas LGBT y la censura a “discursos de odio”, por lo que parece evidente que las nuevas generaciones buscan líderes con miras a temas nacionales que les afectan directamente, antes que temas morales que poco importan para el crecimiento de un país.
Todo parece indicar que la deriva progresista que tomó Chile en las elecciones presidenciales de 2021 ha perdido su peso, pues las principales opciones de cara a las presidenciales del presente año son completamente opuestas a lo que alguna vez propuso Gabriel Boric, lo que marca el rumbo hacia lo que probablemente será un gobierno que se concentrará en todo aquello que la actual administración ha dejado de lado, es decir, la economía, la seguridad y un Estado más pequeño.
Tomás Ojeda Aravena
Fundación para el Progreso.