El escenario está totalmente abierto dicen desde el oficialismo, con la ex presidenta Michelle Bachelet creciendo sin dar declaraciones y sembrando un manto de nerviosismo ante una eventual candidatura presidencial. En cambio, desde la otra vereda, Evelyn Matthei y Chile Vamos luchan a diario para mantenerla arriba en las encuestas, mientras crece la preocupación porque los candidatos Kast (republicano) y Kaiser (libertario) siguen reiterando que no quieren primarias. Sumado a todo este escenario revuelto, desde el otro lado de la Cordillera, el fenómeno barrial Milei (como el mismo se denomina) tropezó de una forma totalmente patética, en lo que a todas luces parece ser una mega estafa, que trajo de inmediato consecuencias internacionales.
A raíz de lo anterior, quienes hasta ayer defendían férreamente en Chile las políticas y pensamientos económicos del presidente Argentino, hoy guardan un silencio demoledor, que no sabemos hasta cuando va a durar, porque en algún minuto tendrán que referirse sobre lo que pasó. Corresponde preguntarse entonces. ¿Cuánto efecto tendrá el quilombo argentino en las elecciones presidenciales de Chile?
Es una pregunta que seguirá abierta y que de seguro la podremos responder con certeza el domingo 16 de noviembre de 2025.
Ahora bien, lo positivo de todo esto Sr. Director, es que desde ya podemos decir con franqueza que libertad no es sinónimo de libertinaje y que por algo existe el derecho y las normas jurídicas.
Por lo tanto, es esencial que los nuevos mercados que vayan surgiendo, como el de las criptomonedas, tengan una adecuada regulación, para no tener que vivir un chasco de estas características jamás en nuestro país.
Desde Chile tenemos que tomar nota de esto y especialmente los parlamentarios (también quienes pretenden ser candidatos).
Sebastián Dávila Hernández
Abogado Universidad San Sebastián