Diversas organizaciones conservacionistas en Estados Unidos interpusieron una demanda contra el gobierno del presidente Donald Trump, alegando que la emisión de una orden ejecutiva que revierte la prohibición de concesiones para la exploración y explotación de petróleo y gas en determinadas áreas marítimas constituye una vulneración de la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior (OCSLA, por sus siglas en inglés). La acción legal fue presentada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Alaska.
Los demandantes aducen que las áreas marítimas afectadas por la orden ejecutiva albergan ecosistemas marinos de alto valor ecológico, cuya preservación es fundamental para la investigación científica y el equilibrio ambiental. Asimismo, sostienen que las actividades de prospección y perforación generan emisiones acústicas de alta intensidad que podrían afectar a la fauna marina y su hábitat. También señalan que la explotación de hidrocarburos en la región conlleva un alto riesgo de derrames de petróleo, los cuales podrían alcanzar volúmenes significativos con consecuencias adversas para el medio marino.
En la demanda se destaca, además, que las actividades vinculadas a la explotación petrolera pueden generar contaminación del aire y afectaciones derivadas del tránsito de embarcaciones, incluso en ausencia de derrames. Asimismo, los demandantes argumentan que la exploración y perforación en estas áreas podría impactar negativamente a las pesquerías comerciales, con repercusiones sobre las tasas de captura y la economía local.
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La directora jurídica de Océanos del Centro para la Diversidad Biológica manifestó que la medida adoptada por la administración Trump representa un riesgo para los ecosistemas marinos y las comunidades costeras. En este contexto, subrayó la necesidad de una intervención judicial que determine la legalidad de la orden ejecutiva en relación con los alcances de la OCSLA.
El 20 de enero, el presidente Trump emitió una orden ejecutiva que dejó sin efecto una determinación previa de la administración del expresidente Joe Biden, mediante la cual se retiraban ciertas áreas marítimas de la posibilidad de concesión para exploración y explotación de hidrocarburos en virtud de la OCSLA.
Cabe señalar que, previamente, el expresidente Barack Obama había dispuesto la protección de diversas áreas marítimas, incluyendo las yeguas de Chukchi, Beaufort y Bering del Norte en Alaska, así como varios cañones submarinos en la costa atlántica. Durante su primer mandato, el presidente Trump intentó revertir dichas medidas e impulsar la explotación petrolera en alta mar. Sin embargo, un tribunal federal resolvió que un presidente carece de la facultad para revocar unilateralmente las disposiciones de su predecesor en el marco de la OCSLA.