El megacorte de luz ocurrido en la misma semana en que se conmemoran 15 años del 27F ha dejado en evidencia la falta de estrategia a largo plazo que han tenido los gobiernos en la última década.
La geografía de nuestro país, largo y angosto, sumada al excesivo centralismo tanto en la toma de decisiones como en la infraestructura crítica, ha generado que un problema eléctrico ocurrido en el Norte Chico afectara al 98,5% de la población, dejándola sin suministro eléctrico.
No se entiende cómo es que, luego de terremotos, tsunamis, aluviones e incendios a gran escala, las autoridades sigan reaccionando tardíamente a la gestión de riesgo de desastres y no promuevan soluciones preventivas.
Si el gobierno quiere avanzar en esta materia, no debe seguir con ese afán de culpar al sector privado; más bien debe hacer lo opuesto, pues la mejor forma de solucionar este tipo de problemas es liberalizando el mercado de las energías, mientras el Estado se encarga de promover la descentralización mediante el sistema de gobernanza -junto a los privados- y así evitar los monopolios.
Tomás Ojeda Aravena
Fundación para el Progreso.