El Gral. José Miguel Carrera V. en su tarea de Gobernante y Estadista, tenía una gran preocupación por educar al pueblo chileno, especialmente a las mujeres, como se puede apreciar a continuación: El 21 de agosto de 1812, expresa: «La indiferencia con que miró el antiguo Gobierno la Educación del «Bello sexo», si no pudo ser un resultado del sistema represivo, es el comprobante menos equívoco de la degradación con que era considerado el americano: parecerá una paradoja que en este mundo culto de la capital de Chile, poblada de más de cincuenta mil habitantes, no haya aun conocido la existencia de una escuela de mujeres; acaso podría creerse en una comprobación de Gobiernos anteriores que pensaban de que el Americano no era susceptible de enseñanza, pero ya es preciso establecer cambios, y sobre todo dar ejercicio a los claros talentos del «Sexo amable», y para verificarlo, el Gobierno ordena que a ejemplo de lo que se ha hecho en los conventos de regulares, se destine en cada monasterio en su patio de fuera un de lugar para ofrecer la enseñanza de niñas que deben aprender los principios de la religión, a leer, escribir y demás menesteres de una matrona, a cuyo estado debe prepararlas la Patria; para ello el Ayuntamiento deberá aplicar de sus fondos los salarios de maestras que bajo la dirección y clausura cada monasterio sea capaces de llenar tan loable como indispensable objeto».
Con fecha 30 de diciembre de 1812, el Gral. José Miguel Carrera oficia: » No es menos extraño que conocido el mérito de esta penosa ocupación por enseñar, no se le de todo el aprecio que merece o más honor o utilidad, esta chocante contradicción a inutilizado infinitos genios, que han honrado a a la Patria y han sido proficuos a la humanidad, si el empleo de educar a niñas y niños y prepararlos para las ciencias y profesiones útiles tuviese el concepto de las gentes la misma o mas alta estimación que otras profesiones, antes que distinciones o comodidades a otros servicios».
El Gral. Carrera, siempre consideró a las personas que se dedicaban a la loable labor de la enseñanza, dando así el inicio de un Estado Docente en Chile.
Octavio Campusano Tapia
Círculo de Estudios José Miguel Carrera