El “feminismo radical”, que busca instalarse en nuestra sociedad, extiende ahora sus tentáculos al ámbito educacional.

En efecto, se ha presentado esta semana a tramitación en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para imponer por la fuerza la paridad de género en todas las elecciones que se verifiquen en el ámbito de las organizaciones estudiantiles, de modo que “todas las directivas de curso, centros de alumnos o estudiantes, federaciones y confederaciones queden integradas por igual número de hombres y mujeres”.

Para alcanzar este objetivo será necesario implementar un sistema electoral que forzadamente alcance el resultado propuesto, sin respetar el que se haya obtenido en las urnas, tal como sucede hoy en las elecciones parlamentarias.  Visto está que al “feminismo radical” no le interesa el resultado democrático obtenido en una elección, ni, en este caso, la voluntad de los estudiantes, sino que, “metiendo manos en las urnas”, lo distorsiona para alcanzar su propósito ideológico.

Es de esperar que este proyecto se rechace en su idea de legislar para que se respete la voluntad electoral de los estudiantes y así, también, vayamos desterrando de nuestra sociedad el tan nocivo “feminismo radical”.

Francisco Bartolucci Johnston

Abogado