Corte de Arica ordenó quitar cercos y alambres que impedían a particulares ingresar a su propiedad.
“actuación material de los recurridos debe ser reputada como ilegal”, pues existía con antelación a ellos “un tránsito fáctico del recurrente” y que con el cierre pretendían “solucionar un conflicto jurídico” a través de un acto de “autotutela”.