Por Jaime Rivas, U. Chile
1. ¿Naciones originarias preexistentes al Estado de Chile o etnias de Chile?
Al iniciarse la gesta emancipadora, que dará lugar al Estado Independiente de Chile, ya existe formada una raza homogénea que dará lugar a la Nación Chilena. Esta raza es el mestizaje (que en la zona central se desarrolla a gran escala a partir del siglo XVII) y se ha formado con la confluencia de razas indígenas y española. Las tribus y pueblos ubicados en la zona sur del país se irán también integrando a la Nación Chilena a partir de la Independencia (siglo XIX) como resultado de la natural expansión del ya formado Estado de Chile. La raza chilena, posteriormente a la independencia, se enriquecerá con la llegada de diversas colectividades que se integrarán plenamente a la Nación Chilena.
2. ¿Cuál es su crítica con la posición contraria?
La idea de nación surgió mucho después de la existencia de estos pueblos originarios, en un contexto cultural muy diverso, por lo que me parece carente de seriedad académica atribuir a ellos esa noción, que tiene connotaciones diversas a la historia de los pueblos originarios. Me parece que es más correcto hablar de etnias de Chile. Algunas de ellas son originarias. Otras, como los araucanos (mapuches), son «importadas» y fueron, por una parte, los autores de la «disminución» numérica de algunas de ellas -por ser elegante en la expresión- y, por otra, como se mantuvieron separados de los españoles, no se encuentran en el origen de la Nación Chilena, que es una raza mestiza, pero con otras etnias.
3. ¿Estado Nacional o Estado Plurinacional e intercultural? ¿Por qué?
Estimo que en la nueva Constitución que se redacta debe mantenerse la expresión República por ser una definición que indica nuestra naturaleza política de una manera inequívoca y recoge los elementos más definitorios de una democracia. Por lo demás la expresión República se encuentra contenida en nuestros textos constitucionales a partir de la Constitución de 1928, hasta la actual del año 2005. Nada justifica el reemplazo de esta expresión por otras como Estado Nacional o Estado Plurinacional. No se requiere, ni tiene sentido. Lo intercultural tiene otra dimensión.
Propongo se mantengan las expresiones contenidas en el artículo cuarto de nuestra actual Constitución: “Chile es una república democrática”. ¿Hay alguna definición conceptualmente más clara y que mejor refleje el sentir de todos nosotros? Afirmo que no.
4. ¿Cuál es su crítica con el otro tipo de organización estatal?
La expresión Estado Nacional es absurda, pensemos (y nos damos cuenta de inmediato) que la Constitución se iniciara así: “Chile es un Estado Nacional…” ¿Qué sentido tiene una afirmación como esa? Simplemente no se entiende. Lo que corresponde es iniciar “Chile es una República…”. Esto si tiene sentido.
Respecto del Estado Plurinacional, para el caso de nuestro país es una afirmación errónea. Chile no es un país plurinacional. Chile es una sola Nación, conformada por una sola raza, es decir un solo pueblo (ver respuesta N° 1). La existencia de algunas etnias de menor significación numérica y prácticamente ninguna relevancia cultural en el contexto de la Nación Chilena no rompe el carácter unitario de la raza chilena y su cultura formada desde el momento mismo de la llegada de los inmigrantes españoles a estas tierras del sur del continente americano. Por lo demás estas etnias hoy se han integrado plenamente a la Nación chilena, sin perjuicio que algunos de sus miembros puedan vivir en comunidades donde mantienen algunas prácticas de su cultura ancestral. También creo justo y conveniente otorgar a los pueblos prehispánicos un reconocimiento constitucional, siempre que el efecto no sea separarlos del Estado de Chile o fraccionar el territorio.
5. ¿A su juicio es compatible el concepto de República con el de Estado Plurinacional?
Ambos conceptos encierran ideas diferentes, de modo que resulta difícil comparar o contraponer. La “República” es una forma de concebir la organización política de un Estado (se suele contraponer a la Monarquía), la expresión “Estado Plurinacional”, en cambio, alude a la coexistencia de varias naciones en un mismo territorio y bajo una misma forma de gobierno. Así, perfectamente pudiera darse una “República (forma de gobierno) Plurinacional (integrada por varias naciones)”; pero para ello debieran existir varias naciones que se organizan en un Estado que toma la forma de República. No es el caso chileno.
6. ¿En su análisis jurídico el Estado Plurinacional disminuye o fortalece la igualdad ante la ley de los ciudadanos?
Reitero que puesto en la situación que señala la pregunta, prefiero hablar de “Republica Plurinacional”. En este caso, se reconoce un Estado unitario que organizado bajo la forma de una República reconoce la existencia de diferentes naciones en su interior. Por ser un Estado unitario, al que todos pertenecen, las leyes nacionales son aplicables a todos por igual (igualdad ante la ley). Lo anterior no obsta que haya estatutos jurídicos especiales aplicables a cada una de las naciones que se reconocen (interesante es el caso de las “autonomías” o “estatutos autonómicos” en España) siempre que ello no rompa la unidad territorial o que las normas autonómicas sean de tal envergadura que en la práctica haya tantos Estados como naciones se reconocen. Por otra parte, las leyes autonómicas se aplican por igual a todos los ciudadanos que forman parte de esa autonomía, por lo cual se mantiene el principio de igualdad ante la ley.
7. ¿Considera que las experiencias de Estado Plurinacional han sido un éxito o un fracaso? ¿Cuáles y por qué?
Como señalo en mi respuesta anterior, la experiencia española es muy interesante y me permito agregar exitosa, pero hay que considerar que en ese país estaban las condiciones raciales, históricas, geográficas y culturales necesarias para instalar un régimen de autonomías dentro de un Estado unitario. Piense Ud. las diferencias entre Galicia y Cataluña o entre Asturias y Sevilla. Suiza ofrece también un interesante ejemplo exitoso de federalismo a través del sistema de “cantones”, pero vaya que hay historia para ello.
Nada parecido se da en nuestro país donde la unidad nacional se manifiesta cohesionada en su raza, geografía, historia y sentimiento nacional. ¿Qué tienen en común un atacameño y un chilote?, pues, ser chilenos.
Entre los fracasos me voy a permitir citar el “ideal bolivariano”. Sin perjuicio de los caudillos que con sus ansias de poder dividieron, América nunca fue una sola ¿y por qué?, simplemente porque no lo era. En otro plano, la situación de Bolivia en nuestro continente es una “majamama” que nadie entiende.
8. ¿Cómo imagina Chile bajo un Estado Regional, Plurinacional e Intercultural en el año 2032?
No me lo imagino, y espero que en la futura Constitución que se redacte nada de ello se consagre.
Chile no debe ser estructurado como un Estado Federal (le llaman Regional) por no tener historia, cultura y recursos para ello; ni ser concebido como un Estado Plurinacional (por qué no lo es, como arriba se ha fundamentado) y seguir siendo, dentro de la unidad nacional, un país multicultural (lo que lo hace maravilloso).
Claramente ninguno esta 100% equivocado en lo que dice… comparando la base que ambos manifiestan, creo que Chile no es plurinacional
Independientemente de ciertas interpretaciones manifiestamente conservadoras que plantea el Sr. Bartolucci, válidas desde lo que implica el debate de ideas en una sociedad, urge salir de la zona de confort intelectual y hacer un estudio más actualizado de ciertas materias para llevar a cabo una discusión medianamente seria. Sólo por mencionar alguna y dada la recurrencia en su argumentación, el concepto de «raza» y las ideas detrás de ella llevan, por lo menos, más de cuatro décadas de refutación. Cualquier argumento que apele a ella se cae por sí solo. Si vamos a discutir sobre el Chile futuro, que sea, mínimo, en conocimiento de las ideas, reflexiones y avances intelectuales de este siglo.
Veo que uno de uno de los entrevistados es abogado y el otro humorista del stand up progre que nos azota, quien expone ideas absolutamente impracticables y anacrónicas del chamanismo cavernario. En fin, no es de extrañar que varios «letrados» piensen de esta forma