Por Alejandra Bonhomme P., Universidad San Sebastián
1. A raíz de una reforma constitucional que modificó los artículos 15 y 18 de la Carta Fundamental, en el año 2012 debutó un sistema de voto voluntario. Sin embargo, en esta ocasión sólo el 40% de los habilitados para sufragar llegaron a las urnas, y esta baja participación electoral siguió teniendo lugar en las elecciones siguientes. Considerando esto, ¿cree Ud. que la voluntariedad del sufragio acarrea una crisis de legitimidad de nuestra democracia?
Si, totalmente. La Democracia lo que busca es la representatividad del pueblo en sus autoridades con la finalidad de buscar el bien común en equilibrio. Cuando solo concurre a votar un porcentaje inferior al cincuenta por ciento de las personas habilitadas para votar, estamos frente a una representatividad poblacional de minorías, lo que trae como consecuencia que solo se busque satisfacer las necesidades de quienes son representados y no realmente los de la población en general, y esto ocurre principalmente por la falta de educación, conciencia e interés en la vida política del país debido a la baja credibilidad de las autoridades y los lamentables casos de corrupción que han ocurrido, hecho concreto de esto fue el estallido social, que en mi opinión personal, más allá de buscar un cambio constitucional, buscaba cambios inmediatos ante una clase política que se percibía inmóvil ante los problemas que enfrentaba la ciudadanía, y cuando les presentaron una salida, mostraron su interés en participar, logrando un aumento en la cantidad de votantes en el plebiscito de entrada, lo que demuestra que cuando la gente se interesa y se hace parte de un proceso puede sacarlo adelante, pero aun nos falta mucho para crear conciencia respecto al deber del voto, que permita real legitimidad de las autoridades que se elijan.
2. ¿A qué se debe la baja participación electoral con el sistema de voto voluntario?
Creo que la principal baja en la participación electoral está dada por la falta de educación cívica en los colegios. La base de toda sociedad que desea progresar es la educación, y no me refiero a una educación que enseñe cosas de memoria, sino a una educación real, que enseñe a pensar, a razonar, a aplicar los conocimientos y sentido común. Si no se enseña y se inculca a cada persona que ante cada derecho siempre hay aparejada una obligación, nos encontramos con una sociedad que solo se acostumbra a exigir sus derechos pero no a cumplir con sus obligaciones y; la principal obligación de un ciudadano es ser partícipe de los procesos democráticos de su país a través del voto que es el acto que lo legitima, no así el ejercicio de manifestaciones varias que, si bien permiten que la autoridad se de cuenta de que algo pasa, no necesariamente permite lograr los cambios que la gente quiere.
Un ejemplo práctico de esto es que durante los últimos treinta años, las caras de la clase política casi no han cambiado, permitiendo que gobiernen para ellos mismos, más allá de llevar esto a un tema centrado en derecha, izquierda o centro, sino que al ir perdiendo credibilidad por su actuar y los casos de corrupción imperantes y el desconocimiento de las personas respecto a los órganos del Estado, sus representantes, sus funciones y sus facultades, simplemente se limitan a decir “prefiero no ir, porque es siempre lo mismo”, “no quiero ir a votar porque son los mismos de siempre”, “no voy a votar porque salga quien salga yo debo seguir trabajando igual”, etc., sin perjuicio de que quienes van a votar, son aquellas personas que: o realmente saben lo que quieren, los que siguen creyendo en promesas y que, lamentablemente se formulan en base a ese mismo desconocimiento que tienen la gente, donde hay candidatos que son capaces de prometer cosas que no están dentro de sus atribuciones, logrando así gran cantidad de votos (dentro del margen de votos que no alcanza a la cantidad que realmente debiera alcanzar si el voto fuera obligatorio), y que, al no cumplir esas promesas al ser electos porque legalmente no pueden, se decepcionan y en la elección siguiente deciden no votar o seguir el mismo juego.
Ante todo lo anterior, es una realidad que ha contribuido al desinterés en votar no sólo el hecho de que el voto sea voluntario sino que además, los casos de corrupción, abuso de poder, nepotismo, amiguismo y privilegios en el sistema público lo hace que la gente sienta que da lo mismo quien gobierne, porque voten por quien voten todo seguirá igual. La mala reputación de la clase política ha hecho que la gente pierda el interés y le reste importancia al voto permitiendo que el hecho de que éste sea voluntario, siga manteniendo en el poder a las minorías imperantes.
3. Según su opinión, ¿es importante que se mantenga la voluntariedad del voto?
Mientras no se vuelva a enseñar Educación Cívica en los colegios, creo que debe volver el voto obligatorio, ya que la base de todo, como dije anteriormente, es la educación.
Ahora bien, si lo que se desea es mantener el voto voluntario y devolver la legitimidad al proceso eleccionario, creo que el principal cambio debe venir por el sistema electoral. Muchas personas creen que, por no ir a votar, esa elección no producirá efectos y lo hacen como medio de protesta contra el sistema, pero eso no es así. Lo que sí funcionaría en esa hipótesis, es si se modificara la ley electoral y se propusiera que en elecciones en que los candidatos electos no obtengan más del cincuenta por ciento de los votos válidamente emitidos del total del padrón electoral, las elecciones deben ser repetidas y con NUEVOS CANDIDATOS, ya que es la única forma de lograr realmente un cambio de autoridades y buscar el interés de los ciudadanos.
4. El borrador de la Nueva Constitución establece en su artículo 56 que “En las votaciones populares, el sufragio será universal, igualitario, libre, directo, secreto y obligatorio para las personas que hayan cumplido dieciocho años. Su ejercicio constituye un derecho y un deber cívico.”, y además, en su inciso segundo, establece que “El sufragio será facultativo para las personas de dieciséis y diecisiete años de edad.”. De acuerdo a esto, ¿considera Ud. que un sistema mixto de participación electoral es lo que necesita nuestro país? ¿Está de acuerdo con esta disposición, que consagra tanto la voluntariedad como la obligatoriedad del voto?
No, no estoy de acuerdo. Temas tan importantes como la elección de las autoridades que dirigen el futuro del país no puede estar entregada a una minoría y eso es indiscutible, dado que durante los años en que el voto se ha mantenido voluntario lo que se ha logrado es que las autoridades que deben representar a todos las personas, no alcanzan a representar ni al cincuenta por ciento de los ciudadanos habilitados para votar. Respecto al voto de los menores de 16 y 17 años, lo primero es, si se les entrega la responsabilidad de decidir sobre el futuro del país, también se les debe hacer responsable de todo el ámbito de lo que es ser ciudadano y ser adulto, siendo primordial la responsabilidad penal, como dije, DERECHO = DEBER u obligación. Es muy difícil comprender como los menores serían capaces para votar y así poder decidir sobre gobernabilidad y administración del país (porque eso es lo que se hace en las elecciones, en el fondo es decidir quien y como se administrarán nuestros recursos) y no son capaces de distinguir lo que es bueno o malo, lo que es un delito o no, donde comienza y termina tu derecho y así respetar el de tu prójimo, etc. En resumen, o son adultos o no lo son, y lamentablemente, en la práctica, vemos que aun, teniendo la edad legal para ser considerados adultos, siguen actuando como niños, sin tener conciencia real de las responsabilidades que ello trae consigo.
5. El 4 de septiembre del presente año se realizará un plebiscito de salida en nuestro país, que nos abrirá el camino hacia el rechazo o la aprobación de una nueva Carta Fundamental. Ante un eventual rechazo de la Nueva Constitución, y según su criterio, ¿este escenario significaría un retroceso en la participación electoral?
No lo creo, en ningún caso sería un retroceso, simplemente sería la manifestación legítima de la ciudadanía ante una opción entregada. Recordando que el hecho que gane el rechazo no significa que no se pueda seguir realizando modificaciones a la actual Carta Magna o trabajar en una nueva con un equipo de personas realmente capacitadas para una labor tan importante. Hay que tener presente que esto surge de la manifestación de la ciudadanía por cambiar cosas concretas que no necesariamente pasaban por un cambio de constitución, sino que pasaba por la voluntad política de las autoridades a cargo del gobierno y administración del país. Desde mi punto de vista, y tal como lo he dicho, un apruebo o rechazo de este proyecto no traerá grandes cambios si no cambiamos la forma de elegir a nuestras autoridades, y esto pasa más por una ley simple que por la constitución, teniendo presente que si gana el opción por el apruebo y en la práctica se demuestra que hay errores en su implementación, esta Carta Magna no podrá ser modificada sino hasta unos cuantos años más, no así la constitución de 2005, que, como se ha demostrado, existiendo voluntad política, puede ser modificada las veces que sea necesario, incluso estableciendo en la misma, un nuevo proceso constituyente pero encabezado por personas idóneas para hacerlo, quizás con la propuesta de candidatos expertos en Derecho Constitucional de todos los sectores políticos, más algunos expertos en educación, salud, trabajo, seguridad social, seguridad interior y exterior del Estado y judicatura, pero haciéndolo, aunque suene un poco utópico, fuera de una perspectiva de derecha o izquierda sino que viéndolo como una búsqueda real del bien común, con una visión transversal.
6. ¿Considera que una educación cívica de calidad debiera ser anterior a la consagración del voto obligatorio?
Una Educación Cívica de calidad es básica para el funcionamiento real de la democracia y, como dije, me refiero a una educación cívica que permita pensar y analizar, y no a aprender de memoria o repetir cosas, ya que eso sólo se transforma en adoctrinamiento, que es lo que se ve actualmente en la juventud y he podido percibir, donde solo repiten pero no son capaces de explicar el por qué tienen una u otra opinión. O votan por ciertas personas porque les prometen que les darán oro y creen, justamente porque no saben si pueden hacerlo o no.
Con ese tipo de educación cívica no creo que sea necesario el regreso del voto obligatorio ya que las personas tendrían la conciencia de la importancia de su manifestación en el proceso democrático e irían a ejercer el voto sin objeciones. Creo que mientras no se tenga ese tipo de educación, lo ideal sería el regreso del voto obligatorio y más que todo, el cambio en la ley electoral.
7. Rechazándose el borrador de la nueva Constitución, ¿cree Ud. que en este caso se tiene que aprobar el proyecto de ley que consagra el voto obligatorio?
Estimo que una cosa no tiene que ver con la otra, pero sí da para pensar el hecho de por qué se estableció que en el plebiscito de salida tenía que ser el voto obligatorio. Desde mi punto de vista, creo que eso se dio en atención a que las autoridades que fueron partícipes de este acuerdo por la paz se han dado cuenta que el voto voluntario ha sido un fracaso en cuanto a legitimidad de las personas que son electas para esos cargos, y en un tema tan importante como es la redacción de una Constitución, era necesario asegurar la participación de la ciudadanía. Ahora bien, lo lógico habría sido que tanto el plebiscito de entrada, la elección de los constituyentes y el plebiscito de salida tuvieran el mismo sistema de voto obligatorio, ya que, ahora debemos elegir si queremos o no un texto redactado por personas que fueron electas con un porcentaje del padrón electoral muy inferior al habilitado para votar, lo que transforma al texto en la manifestación de unas minorías imperantes.
Insisto, en la vida real hay derechos y obligaciones y si tuviéramos una sociedad con cultura cívica, verdadero conocimiento del funcionamiento de un país, de las facultades de sus autoridades, el voto no tendría por qué ser obligatorio, pero lamentablemente la realidad de nuestro país no es esa, al no ser así, lo mínimo que se debe exigir al ciudadano es su participación en el quehacer esencial del país.
8. ¿Cree Ud. que la obligatoriedad del sufragio afecta a la libertad individual?
Estimo que toda libertad tiene un límite, y ese límite está dado por el respeto a los demás y mi entorno. Ese límite también está en mis derechos. Si la libertad de hacer lo que se me dé la gana también trae consecuencias para un tercero, es obvio que debo limitar esa libertad y eso es lo que ocurre con el voto, por eso, tanto así como afectar la libertad individual no porque es la mínima obligación que uno tiene como ciudadano; hay que recordar que vivimos en sociedad y las consecuencias de una elección nos afecta a todos, por lo tanto, mientras no exista la base de conocimiento, el voto debe ser obligatorio, y esto no quiere decir que se afecte la libertad individual, toda vez que siempre está la posibilidad del voto en blanco o el voto nulo. La libertad se manifiesta justamente con la expresión de esa opción que siento que me representa. Si nuestro sistema electoral considerara consecuencias en los casos de abstención respecto a la elección y no respecto al votante, tal vez se podría hablar de un voto voluntario. Es como un niño que debe comer y lo mínimo es exigirle que coma de todo, y no por obligarlo, lo estamos afectando en su libertad, sino que lo hacemos porque sabemos que es lo mejor para él. Si no tenemos conciencia real, que es dada por la educación que hasta el momento no tenemos, necesariamente hay que sacrificar algunas libertades absolutas y restringirlas un poco, siempre con miras al bien común.
PRIMERO : deben recordar la elección de JORGE ALESASNDRI RODRIGUEZ., en la cual muchos pudientes estaban en la playa el día de la votación.
SEGUNDO : Es mucho mas agradable visitar a un amigo para tomar un trago que ir a hacer cola para votar
TERCERO: La conciencia de los votantes es MUY MENOR debido a la falta de EDUCACION CÍVICA en los colegios.
CUARTO: Eso provoca un desconocimiento general en la población del país , hasta NO saber los nombres de los ministros etc…….