Tras la última reunión sostenida entre la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara, y los partidos políticos, el proyecto de reforma constitucional quedó, transitoriamente, sin urgencia hasta este jueves 27 de julio, fecha en que vence el plazo. A esto se suma la baja de la UDI y Republicanos de la mesa técnica. El Gobierno cede –en dicha urgencia– ante el “diálogo que ha mostrado parte importante de la oposición” como RN y Evopoli, según un comunicado del Ministerio del Trabajo.
En tanto, la UDI condicionó su vuelta a la mesa técnica a la renuncia del ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, luego del robo –de 23 computadores y una caja fuerte– en las dependencias de la institución.
En entrevista con el Diario Constitucional, el diputado Cristian Labbé (UDI), integrante de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputadas y Diputados, abordó la evaluación del actual sistema de pensiones, detalles de la reforma previsional, posición ante esta misma y su decisión de bajarse de la mesa técnica.
Tomando en cuenta el contexto actual, ¿cómo evalúa el vigente sistema de pensiones que tiene Chile?
Es un sistema que ha funcionado y que ha podido mantener la economía del país. No nos olvidemos que toda esa plata se invierte tanto en Chile como en el extranjero y permite que el sistema de capitales y los bancos puedan funcionar, y que el ámbito inmobiliario pueda crecer. Ahora, evidentemente, por parte de las AFP, existe un cierto abuso en donde finalmente –estas administradoras– ganan a sus utilidades, pero cuando pierden, porque las inversiones fueron malas y no tuvieron rentabilidad, le pasan el costo total a los afiliados y en eso es lo que Chile ha demostrado un cierto malestar.
Así, el diputado, reafirmó que “el sistema funciona y el mejor ejemplo es cuando se hacen estos retiros de 10%, en donde durante muchos años a la gente le dijeron que su plata se la habían robado o que no estaba, pero cuando se aprueba el primer retiro, la AFP más lenta se demoró una semana en entregarle a sus afiliados el 10% que rondaba entre los 4 millones y medio y los 800 mil pesos. Eso demostró que la plata definitivamente estaba. El sistema funciona, ahora, hay que regularlo, apretarlo y ponerle más reglas, absolutamente”.
¿Considera que las pensiones que reciben las personas son insuficientes?
Absolutamente, son insuficientes para el Chile de hoy con la inflación con que estamos. También, entendamos que las pensiones son bajas, porque los que están jubilados hoy en día ganaban 400 o 500 mil pesos, que no son los mismos 400 o 500 mil pesos que lo son hoy. Además, tiene que ver con las lagunas de aquellos que tuvieron trabajos esporádicos o aquellos que, definitivamente, no quisieron cotizar y finalmente, terminaron sin ningún peso ahorrado.
Asimismo, el legislador manifiesta que se han hecho mejoras durante los últimos gobiernos, aunque mantiene que las pensiones no son las adecuadas. “Evidentemente, son bajas, durante el proceso que hemos intentado, la clase política en general, mejorar las pensiones, se ha creado el Pilar Solidario en el Gobierno de Michelle Bachelet, que fue una primera política publica importante para mejorar las pensiones de los jubilados. Después, en el Gobierno de Piñera II, al final de su mandato, se creó la Pensión Garantizada Universal (PGU) que, a mi juicio y así también lo dicen los expertos y se demuestra tangiblemente, es la mejor política pública con respecto a la mejora de las pensiones. La PGU llegó para quedarse”, expresó.
Por parte de la UDI, ¿cuáles serían las líneas rojas que mantienen como partido político y que consideran que no se pueden cruzar respecto a las pensiones? (heredabilidad, mantención de la PGU, entre otros)
Las líneas rojas no son que la UDI las esté poniendo por capricho, las están poniendo los chilenos y eso se vio también el 4 de septiembre, cuando se rechazó el proyecto refundacional. La gente rechazo que se monopolizaran las pensiones. Entonces, con base en todo eso y lo que hemos conversado tanto con expertos como con la ciudadanía, los conceptos rojos donde no vamos a ceder es que el 6% vaya a capitalización individual, eso quiere decir que la plata vaya a tu bolsillo y no sea un sistema de reparto o solidario en donde, finalmente, tu esfuerzo termine licuado en miles de chilenos.
Igualmente, sumó dos líneas rojas para la posible reforma de pensiones. “Lo segundo, es la heredabilidad de los fondos. Esta jubilación es un ahorro que tienes guardado y uno quiere, a lo menos, que se traspase a nuestros niños para pagar su educación, no importando cuál sea la situación. Y lo tercero, tiene que ver con la libertad de elegir, es decir, que yo elijo quien me administra mis fondos. La libertad también tiene sentido de responsabilidad. Si yo elijo quién me lo administra, también corro el riesgo que ese administrador no sea lo suficientemente hábil o me termine restando, pero es una libertad que los chilenos tenemos y debemos tener como concepto de la democracia”, afirmó.
También, agrego que “lo que estamos buscando nosotros con respecto a esta reforma de pensión, es que el Gobierno entienda que la reforma que la ministra Jara está impulsando y liderando, es una reforma refundacional. Quieren separar la industria, derogar el Decreto Ley 3.500, quieren estatizar y monopolizar la plata de todos los chilenos esforzados. El Gobierno, más que hacer una refundación del sistema de ahorros previsionales, lo que tiene que hacer es dedicarse a generar mayor empleo, a incentivar el empleo formal y eso en la reforma no se ve”.
¿Existen diálogos y acuerdos?
¿Cree que la actual reforma de pensiones que propone el Gobierno -con las indicaciones que se han hecho- se condice con la brecha que hay en las pensiones de las y los cotizantes?
Yo creo que se empezó con la carreta delante de los bueyes, porque lo primero que pone la ministra Jara en votación -en una reunión pasada- es la derogación del Decreto Ley 3.500, la que hacen llamar norma espejo, donde eran 16 artículos y se alcanzaron a votar cuatro, porque finalmente la ministra entendió que no estaba yendo para ningún lado. Estábamos votando un lenguaje inclusivo dentro de un Decreto Fuerza Ley, donde lo importante de eso es subir las pensiones, no cambiar el lenguaje. Entonces ahí es cuando uno dice ‘¿este Gobierno quiere subirte las pensiones a ti o quiere finalmente destruir el sistema y el modelo?’, que a lo mejor, más que destruirlo, lo que hay que hacer es mejorarlo y que sea más justo para todos los chilenos.
Su posición es que el 6% de cotización se vaya directamente a la cuenta individual. ¿Habría alguna apertura a la indicación que se ha presentado por el Gobierno sobre que un 4% se vaya al fondo solidario y el 2% a la cuenta de capitalización? ¿Habría diálogo en eso?
No, porque el 80% de los chilenos quiere que su plata vaya a sus bolsillos y entender que la plata existe a través de los retiros del 10%. Ahora, eso no quiere decir que nosotros no estemos disponibles por subir las pensiones y hacer solidaridad. Hoy día, la solidaridad se tiene que hacer a través de la PGU y con impuestos específicos que están. El 50% del royalty que hoy día no tiene un destino fijo ni concreto, más el impuesto del litio, la evasión y un buen trabajo con respecto a los recursos del Estado. Con los 94 mil trabajadores nuevos que el presidente Boric ha puesto -que son miles de millones- llegas al 0,05% puntos del PIB, que es lo que cuesta la PGU para poder subirla a 250 mil y a 300 mil pesos, según el tramo. Esa es la manera correcta hoy día de subir las pensiones de aquellos que no tienen una pensión base autofinanciada y para eso está la PGU. Entonces, este Gobierno, lo que quiere es, y tiene transformada esta reforma, en una forma ideológica.
Desde el gobierno dijeron que la PGU se encuentra condicionada a la reforma tributaria…
Por supuesto. Primero nos echan a nosotros la culpa que la reforma tributaria se cayó por culpa de la derecha. Yo me he cansado de decirle al Gobierno que la reforma tributaria se cayó por los votos de ellos. Les faltaron cuatro votos. Nosotros siempre dijimos que no estamos de acuerdo con esa reforma y subirle el impuesto a los chilenos, quienes no quieren pagar más impuestos, lo que quieren son más oportunidades, estabilidad, empleo y mayor inversión. Nosotros cuando hablamos de una PGU, claramente, tiene que ir con una reforma tributaria pequeña que vaya solamente a esta pensión y eso es el royalty, el litio, la evasión y también una buena administración por parte del Estado.
Se ha hablado de un seguro de longevidad, ¿concuerda con esa idea? ¿Cómo la plantean para esta reforma previsional?
El seguro de longevidad es un proyecto que presentamos hace como seis meses. Es un seguro donde podamos buscar el mecanismo –no está muy claro todavía– para todos aquellos que viven más de 85 años, porque finalmente la tabla de mortalidad es un tema que también hay que revisarlo. Entonces, que la PGU y todas las pensiones se paguen hasta una cierta edad y de ahí –80 u 85 años– en adelante se financie a través de un seguro. El modelo del seguro es algo que tenemos que ir viendo, porque hay varias tesis. Una es que será difícil de pagar porque ¿Quién lo paga? ¿Cómo se paga? ¿Con qué plata se paga? Eso hay que ir viéndolo.
¿Qué posición tiene en cuanto al término de las AFP y que éstas pasen a transformarse en Inversores de Pensiones Privados?
Lo que pasa es que el Gobierno quiere separar la industria y eso significa separarla en quien te administra la plata y quien te invierte la plata. Ahora, en lo que nosotros no estamos de acuerdo, es en la separación de la industria. Lo que tenemos que buscar es el consenso para que exista la libertad de elegir y si eso es un tema que tenemos todos claros (que es uno de los temas rojos que nosotros hemos puesto como UDI) es que a lo mejor el Gobierno cree una AFP estatal y que compita en iguales condiciones con la administradora de fondo de pensiones privada y ahí se empiezan a agotar los problemas.
Además, el diputado dio a conocer la relevancia que considera que tiene la elección en este ámbito. “Mucha gente prefiere tener –sus recursos– en el banco privado y eso es una opción que los chilenos deben tener; a lo mejor –la gente– quiere que el Estado le administre las pensiones, pero todos sabemos que el Estado es un pésimo administrador. Lo hemos visto con el tema de las fundaciones. No estamos disponibles para que con la plata de los chilenos, llegue un Gobierno de turno, no importando el color político, y quiera finalmente tomar esto como un motín”, manifestó.
¿Hay diálogo para lograr una reforma de pensiones?
Primero, nosotros estamos disponibles porque creemos que hay que subir las pensiones hoy y también tenemos que mejorar las pensiones futuras. De ahí estamos todos de acuerdo. Ahora, ¿cuál es el problema? Es la intransigencia del Gobierno de entender que los chilenos quieren heredabilidad, el 6% a cuotas individuales y quieren la libertad de elegir, esos son tres puntos tremendamente importantes. La separación de la industria, el decreto ley 3.500, las cotizaciones, las comisiones, todo eso se puede ir viendo.
Una baja condicionada
¿Cuáles fueron los últimos detalles abordados en la mesa técnica?
La mesa, el día martes pasado, empezó a discutir la separación de la industria, se presentaron algunos números, en el cual el oficialismo no fue capaz de ponerse de acuerdo. Cuando la nueva propuesta de la ministra Jara habla de una licitación hacia un privado, el diputado Giordano no le acomoda porque el diputado y toda la extrema izquierda requiere su monopolio por parte del Estado. Entonces no se ha podido llegar a consenso.
La UDI está por subir las pensiones, pero nos hemos bajado de la mesa a partir de los últimos sucesos en el Ministerio de Desarrollo Social y le hemos pedido al Presidente Gabriel Boric, que para seguir creando confianzas políticas y seguir conversando, lo que tiene que hacer es que –el ministro– Jackson de un paso al costado, porque hoy día no entrega garantías y tampoco señales de que quieran llegar a ciertos acuerdos para poder avanzar en pensiones o cualquier otra conversación.