Nueva Zelanda prohíbe la venta de cigarrillos a personas nacidas a partir de enero 2009. Para el 2050 solo los mayores de 40 años podrán adquirir este bien.
La normativa aumentará gradualmente la edad necesaria para que una persona pueda adquirir cigarrillos y reducirá el número de comercios minoristas que los vendan. Su objetivo es mejorar la calidad de la población y prohibir su venta a las nuevas generaciones.